Los servicios de Kaspersky detectaron en enero un ordenador, desde el cual se coordinó este ataque en un solo fin de semana. A través de la campaña fraudulenta Luuuk y el programa con el troyano Zeus que afecta al sistema operativo Windows, los ciberdelincuentes lograron entrar en las cuentas bancarias cuando estos se descargaban su dirección.
Kaspersky, que no ha querido revelar públicamente el banco afectado, lo puso en conocimiento de las autoridades. Desde entonces, el ordenador sospechoso está fuera de funcionamiento pero no se descarta que el ataque pueda volver a producirse desde otra computadora.