En todo caso, que en el mes de junio bajara el paro por este efecto de temporada no significaba que se creara empleo. A la contratación estival, se unía asimismo la emigración de trabajadores.
Con estos nuevos datos, España cuenta ahora con casi diecisiete millones de afiliados a la Seguridad Social. Una cifra que sigue siendo baja en comparación con los cuatro millones y medio de desempleados. En 2007, había prácticamente veinte millones de personas en el mercado de trabajo.
“La caída del paro y la mejora de la contratación no son ya fenómenos pasajeros o puramente estacionales, sino que se trata de tendencias sostenidas que se van reforzando mes a mes y que son coherentes con los datos de afiliación”, manifestó la secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo.
Aun así, la diferencia entre los 122.000 parados menos y los 56.000 nuevos puestos de trabajo se debe al impacto que está teniendo la salida de personas del mercado laboral. Sea por desánimo, por el final de las prestaciones o por el regreso de los inmigrantes a sus países. Por otro lado, solo el siete por ciento de los nuevos contratos son indefinidos.