A la apertura de la bolsa de Moscú este lunes, el rublo llegó a cambiarse por algo más de 40 dólares, una cifra nunca alcanzada. Respecto al euro, llegó a comerciarse por algo más de 50, aunque en primavera ya había llegado a cotas más bajas.
Se espera que esta caída conlleve un aumento de los precios, acentuado ya por el embargo de Moscú a numerosos productos occidentales. A medio plazo podría provocar inquietudes entre los inversores que les lleve a adquirir divisa extranjera para salvaguardar sus fondos.