El presidente nacional del PAN, Ricardo Anaya Cortés, expresó su solidaridad para la familia de Alexander Mora Venancio, uno de los 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa, cuyos restos fueron identificados por los peritos argentinos entre los recogidos en el basurero de Cocula.
“Respetamos la pena que embarga a la familia de Alexander, y nos solidarizamos con los padres de todos los jóvenes normalistas, que exigen una respuesta contundente sobre el paradero de sus hijos”, dijo Ricardo Anaya.
Al mismo tiempo, el dirigente del PAN reiteró que, a dos años del inicio de la actual Administración, México enfrenta graves problemas en materia de economía, seguridad, endeudamiento, combate a la corrupción y transparencia.
Por eso, dijo Ricardo Anaya, no dejaremos de insistir en la inaplazable necesidad de que se apruebe el Sistema Nacional Anticorrupción.
“Sabemos que en esta materia, los compromisos deben conjugarse en primera persona: la pregunta no es qué estoy dispuesto a imponer a los demás, sino qué estoy dispuesto a hacer yo”.
Indicó que frente a las expectativas defraudadas por la falta de eficacia para abordar nuestros problemas de seguridad, de economía, de combate a la corrupción; frente al dolor y la frustración que han sacado a los mexicanos a la calle, el PAN sostiene que es impostergable un cambio de rumbo.
“Un cambio de rumbo que devuelva la paz y la tranquilidad a las familias de los normalistas desaparecidos y a todas las familias de México. Un cambio de rumbo que nos regrese a la vía del crecimiento económico; que detenga el endeudamiento y repare los errores de una reforma fiscal equivocada. Un cambio de rumbo que parta del Sistema Nacional Anticorrupción para limpiar la casa, acabando con la impunidad. Un cambio de rumbo que cierre el abismo que se ha abierto entre Gobierno y ciudadanos”.
Ricardo Anaya aseguró que el PAN seguirá luchando, con ánimo constructivo y esperanza en un futuro mejor, por concretar las reformas necesarias y por encontrar las vías para devolverle a los mexicanos un país con paz y desarrollo. Concluyó que “es tiempo de reconocer la gravedad de la crisis por la que atravesamos y de darle a México razones para volver a creer”.