Los juguetes de baja calidad implican riesgos para la salud de los menores además de ser un gasto inútil porque al poco tiempo quedan inservibles y sin garantía en caso de fallas, lo que genera una merma en los recursos de muchas familias mexicanas, alertó el diputado federal Fernando Bribiesca Sahagún.
Alertó que los juguetes que no cuentan con buenos estándares de calidad pueden contener residuos industriales tóxicos, como el plomo, que son nocivos para la salud de los niños.
El legislador advirtió que el 65% de los juguetes que se adquieren son de importación, en tanto que el restante 35% son hechos en México, situación que obliga a promover al sector artesanal e impulsarlo incluso en el exterior.
Bribiesca Sahagún subrayó que un juguete seguro es aquel que especifica las instrucciones de uso, el nombre del fabricante, tener una garantía, además de ser de materiales resistentes y no tóxicos. En caso de existir un problema con los juguetes, dijo el legislador, el consumidor debe exigir sus derechos como comprador.
Asimismo, dijo, en el caso de videojuegos piratas u aparatos electrónicos adquiridos en el sector informal no se tiene la posibilidad de reclamar ante la falta de garantía, por lo que aseguró que comprar juguetes de dudosa procedencia puede implicar riesgos para los niños, y ser una compra de corta duración.
Sin embargo, preciso que los juguetes artesanales son de bajo costo, divertidos y muchas veces didácticos, por lo que invito a los padres de familia a no dejar de lado la industria nacional, la cual presenta muchas opciones para los infantes y la seguridad de que sus pequeños se divertirán con productos de materiales duraderos como la madera o la tela y sin tanta inversión.
Por lo que insistió en la necesidad de preservar las tradiciones mexicanas y acercar a los niños a juguetes como el balero, las muñecas de trapo, los trompos, los yoyos, los carritos de madera, entre muchos otros.