Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación, dijo que no hubo presión alguna por parte del Estado mexicano hacia el relator especial de las Naciones Unidas sobre la Tortura, Juan Méndez.
“De ninguna manera”, dijo en un evento en el marco del inicio de la impresión de boletas electorales en los Talleres Gráficos de México.
“Vamos para adelante y vamos a seguir trabajando con las instancias internacionales en todas las materias”, afirmó en una breve declaración.
El pasado 9 de marzo, el relator presentó su informe donde afirmó que en México la tortura es generalizada y ocurre en un contexto de impunidad, lo que es un “aliciente para su repetición y agravamiento”.
El gobierno mexicano rechazó el informe e incluso, en voz de Juan Manuel Gómez Robledo, Subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) dijo el pasado 26 de marzo que el relator no fue “profesional y ético”.
Un día más tarde, el Canciller José Antonio Meade secundó las palabras de su subsecretario. “Suscribo todos y cada uno de sus términos”, dijo.
En respuesta, el relator envió una carta a Jorge Lomónaco, representante permanente de México ante los organismos internacionales con sede en Ginebra en la que afirmó que nunca esperaba una acusación “de México en ese sentido”.
Afirmó que fue “con mucho pesar” que llegó a la conclusión de que la tortura en México es generalizada. “Pero lo he hecho bajo el entendimiento de que su Gobierno me invitó a conducir una visita para realizar una evaluación sincera de la situación, no para minimizarla o presentarla bajo la mejor luz posible”, expuso.
“Hubiera sido una falta de ética de mi parte haber sucumbido a las presiones para que cambiara mi parecer (…) cuando toda la evidencia que tengo a disposición ratifica mi evaluación”, abundó.
Finalmente, el sábado pasado, la SRE emitió un comunicado donde reconoció que en el país, la tortura aún no está erradicada, aunque tampoco está extendida como aseguró el relator.
“Se reconoce que la tortura constituye una práctica a la que todavía se recurre en distintas formas y que no ha sido del todo erradicada. Esta forma parte de los retos que el Estado asume y enfrenta a diario para una pronta solución”, dijo.
Y dijo que con ese comunicado daba por concluido el diferendo con el relator.
Cabe recordar que el domingo 5 de abril, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) dio por concluido el tema surgido del informe sobre la tortura en México, tras reafirmar su postura sobre el desacuerdo con el relator especial de la ONU, Juan Méndez.
El secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade Kuribreña, sostuvo que al igual que México, otros países no han estado de acuerdo con los señalamientos del relator, como es el caso de Australia, y también otros que no han atendido sus llamados, como Estados Unidos.
Precisó que en el caso de México, varias secciones del informe contienen un análisis detallado de las medidas legislativas adoptadas en los últimos años y de las políticas públicas que se han venido poniendo en práctica para prevenir y sancionar la comisión de esta grave violación a los derechos humanos.