Una niña mexicana de 14 años regresó este miércoles a su país, casi una semana después de que la Policía la sacara a la fuerza de su escuela en Guanajuato (centro) para mandarla a Estados Unidos, en una batalla por su custodia plagada de errores.
"Mañana me preguntan todo lo que quieran, ahorita quiero estar con mis papás", dijo Alondra Luna a los medios en el Aeropuerto Internacional de Guanajuato, al reunirse con sus padres después de seis días de angustiosa separación.
Este caso estremeció a México luego de que se difundiera en internet un video del 16 de abril que muestra a la niña gritando mientras agentes de la Policía Federal la fuerzan a salir de su escuela y abordar una patrulla.
La menor fue enviada a Estados Unidos ante la denuncia de una mujer en Texas que aseguraba ser su madre biológica, pero las pruebas genéticas realizadas el lunes demostraron lo contrario.
"Yo pienso que se equivocaron en todo las autoridades que estuvieron involucradas (...) todo estuvo mal desde un principio", comentó Gustavo Luna, padre de Alondra, quien contempla la posibilidad de emprender acciones legales contra los responsables de este error.
Por su parte, la cancillería de México explicó en un comunicado que este caso se remonta a 2007, cuando recibió una "solicitud de retorno" de una menor que fue sustraída de Estados Unidos por su padre.
En marzo de 2015, las autoridades estadounidenses informaron que la mujer en Texas que reclamaba a la niña viajó a Guanajuato, donde, al ver a Alondra, creyó identificar a su hija.
Esto "confirmaba que se trataba de su hija, a quien había buscado por ocho años", relata la cancillería.
Así, "en acatamiento a los estándares internacionales fijados en materia de restitución internacional" de La Haya, una juez solicitó la intervención de la Interpol para mandar a la menor a Estados Unidos, precisó.
La secretaría de Relaciones Exteriores subrayó que sólo fungió como "facilitador del inicio del procedimiento judicial", sin representar a ninguna de las partes ni presentar pruebas.