El servicio de transporte Uber está abierto a ser regulado en la Ciudad de México, dijo el miércoles una portavoz de la compañía, que busca cimentar su rápido crecimiento en una de los mercados más grandes del continente.
Uber llegó en 2013 a la capital de México y dice que ha crecido a alrededor de 300,000 usuarios. Pero al igual que en otras partes del mundo, la polémica aplicación se ha tenido que enfrentar con organizaciones de taxistas de la ciudad, que dicen que el servicio es ilegal y han protestado en las calles.
En respuesta, el Gobierno de la Ciudad de México lleva a cabo mesas redondas para discutir la mejor forma de regular aplicaciones como Uber y Cabify, que no se consideran taxis, sino que dicen ofrecer servicios de vehículos privados.
El miércoles, Ana Paula Blanco, directora de comunicaciones para América Latina de Uber, dijo que la compañía no tenía ningún problema con una mayor supervisión en la Ciudad de México, que tiene registrados unos 140,000 taxis.
"Que tengan en consideración esas cuatro cosas: beneficio social, economía, que considera una nueva opción de movilidad en la ciudad y que tenga al centro la innovación, que no vaya a cerrar la innovación", dijo Blanco a periodistas.
Dirigentes del sindicato de taxistas dijeron en la mesa redonda que aplicaciones como Uber infringían la ley y que su molestia giraba en torno a que sus conductores pagan menos impuestos a la ciudad y están sujetos a una menor prima de seguro.
Sin embargo, el Secretario de Transporte de la capital, Rufino León, dijo que el servicio que brinda estas aplicaciones no está fuera de la ley.
"Lo que hacen es establecer contratos privados con personas privadas a partir de los cuales prestan servicios que, reitero, no caen en la modalidad taxista", comentó Rufino, antes del debate.
Uber, que está valuada en más de 40 mil millones de dólares, se ha expandido rápidamente en todo el mundo, pero su rápido crecimiento la ha llevado a feroces enfrentamientos con empresas de taxis y reguladores.