La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró cinco predios en Ixtlahuacán, Colima, por afectaciones a una superficie forestal de 18 mil 870 metros cuadrados.
La dependencia detalló que en una revisión de los predios ubicados en el ejido Tamala, los inspectores detectaron que se había hecho cambio de uso de suelo de terrenos forestales sin autorización de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Ante ello las autoridades determinaron suspender las obras y actividades en esos espacios, pues se comprobó que hubo daños a especies forestales como cacanahual, coral, palo fierro, cuéramo, papelillo, tortilla dura y chacalcáhuitl, entre otros.
La remoción total o parcial de la vegetación forestal fue efectuada con herramienta manual, de acuerdo con el tiempo de cortes irregular apreciado en los tocones de la vegetación derribada.
Además se detectó que los predios fueron sujetos a uso de fuego, dado que fue quemada la vegetación forestal removida, sin que haya sido picada para su reincorporación natural al suelo.
Las clausuras totales temporales fueron impuestas conforme a las fracciones II y III del Artículo 161 de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable.
Al eliminar la vegetación forestal se modifican factores bióticos y abióticos como la emigración de fauna silvestre, sucesión vegetativa, disminución de la recarga de mantos acuíferos por infiltración y pérdida de suelo a través de erosión hídrica y eólica.
De acuerdo con la Profepa, de haber continuado dichas obras y actividades de cambio de uso suelo sin ningún tipo de medidas de prevención, mitigación o restauración, los daños al ambiente se habrían incrementado con más afectación forestal, pérdida de suelo y disminución en la captación de agua y erosión.