Desigualdad, pobreza y violencia hablan de la situación de la mujer, lo que debe alertar a la sociedad de la necesidad de cambiar estereotipos y formar nuevas generaciones en las que la igualdad de género sea parte de su vida cotidiana, afirmó la diputada Julisa Mejía Guardado.
La integrante de la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados se pronunció por aspirar a una sociedad democrática en la que la desigualdad sea cosa del pasado, la pobreza borrada por el desarrollo de la mujer y la violencia un mal recuerdo que quedó en el archivo de la historia.
Para lograrlo, apuntó, es necesaria la igualdad de oportunidades en el trabajo, en el ascenso a puestos directivos y de gobierno, de salarios a trabajo igual, así como competencia social donde lo importante sea la capacidad de mujeres y hombres.
Y no la condición de género, rompiendo el techo de cristal prejuiciado de la sociedad que piensa que no es posible lograr dicha igualdad, terminando con los roles que por costumbre le han dado a la mujer, agregó.
Al combatir la desigualdad y la pobreza sin distingo de género, la violencia hacia la mujer tendrá que ir extinguiéndose en la medida que la sociedad se despoje de prejuicios y estereotipos que los medios de comunicación difunden de manera masiva, si empezamos cambiando lo que se difunde.
Con base en datos oficiales la desigualdad de la mujer se agudiza con la pobreza, sobre todo en sectores de los pueblos originarios que son los más marginados, en las jefas de familias que son millones y que reciben salarios más bajos que los hombres en todo el país.
Comentó que si bien el acceso de la mujer a la educación es creciente, no es lo mismo al mercado laboral y a los beneficios sociales, donde persiste la desigualdad de género, sin que ninguna autoridad del ramo vele por los derechos laborales de trabajadoras, ni por sus derechos humanos elementales.
“Es tiempo de ir remontando los últimos lugares en la clasificación mundial de igualdad o desigualdad de género que tenemos en los diversos índices”, subrayó.
La legisladora perredista mencionó que a nivel político la presencia de la mujer ha crecido pero debe ser paritaria con el hombre, que todavía utiliza conceptos de proporcionalidad horizontal y vertical para simular su participación como candidatas a los diversos puestos de elección popular.
“No debemos ser sólo las que demandamos servicios públicos en las colonias, mejoras en los pueblos y comunidades, atención de salud para las familias, las que hacemos las campañas políticas y estamos en la foto con los candidatos varones que hablan del respeto a nuestros derechos humanos”, aclaró.
Debemos ser, dijo, las que desde cualquier posición implementemos políticas públicas de género junto con el hombre, para que sean transversales en la sociedad en su conjunto, ya que sólo así la igualdad de género será algo cotidiano que poco hablaremos de pobreza y violencia, puntualizó.