El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, enfatizó que la lucha contra la trata de personas no debe darse desde un enfoque represivo, sino que hay que atender el problema
desde una visión de derechos humanos.
Al inaugurar el Encuentro Regional contra la Trata de Personas: Retos y Avances, que se realiza en la sede de la cancillería con motivo del Día Mundial contra ese delito, el ombudsman nacional indicó que al enfrentar este fenómeno con un enfoque de derechos humanos permite reconocer, sin dejar de perseguir el delito, que esa forma de trasgresión a la humanidad se encuentra ligada directamente a la discriminación y la inequidad.
“El perfil de las víctimas identificadas tanto en México como en otros países confirma que las mujeres, particularmente las niñas y adolescentes, son las más susceptibles a ser víctimas de este delito”.
González Pérez planteó que el organismo a su cargo considera que la mayor aportación para prevenir este flagelo es prevenirlo desde sus orígenes.
“Especialmente apostamos a la implementación de estrategias dirigidas a combatir la oferta y a modificar los patrones culturales abusivos y misóginos; esto, a través de estrategias de intervención sociológica y educativa para la construcción de identidad de género, basada en valores de respeto e igualdad esencial de las personas para disminuir relaciones asimétricas entre géneros”.
De acuerdo con el Foro de Viena para Combatir la Trata de Personas es el tercer negocio ilícito más lucrativo del mundo –sólo superado por el tráfico de drogas y de armas—, que anualmente produce ganancias estimadas entre 32 mil y 36 mil millones de dólares.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), con base en sus cifras de 2012, informó recientemente que 14.2 millones de personas son víctimas de explotación laboral y 4.5 son explotadas sexualmente, además de que 2.2 millones más están sujetas a trabajos forzados impuestos por el Estado.