El gobierno del estado de Guerrero, el mayor productor de amapola en México y uno de los más afectados por la violencia, sugirió este miércoles legalizar este cultivo para fines medicinales tratando de contrarrestar el violento poder de los cárteles del narcotráfico.
"Tenemos que buscar que este asunto de la siembra de la marihuana y la amapola (...) pueda entrar a un programa piloto que pueda hacer que, en lugar de que haya una disputa por los grupos criminales de quien la opera y quien la vende, pues se haga una canalización para uso médico", dijo el gobernador Héctor Astudillo a la emisora Radio Fórmula.
Astudillo, que asumió su mandato en octubre pasado bajo las siglas del partido del presidente Enrique Peña Nieto (PRI), reconoció que no tiene aún un plan estructurado pero se mostró convencido de que hay que "indagar otra ruta", especialmente en Guerrero, que surte buena parte de la amapola que llega al creciente mercado de heroína en Estados Unidos.
Guerrero, uno de los estados más pobres e inseguros de México, ha sido víctima en los últimos meses de una escalada de violencia en sus zonas montañosas donde se cultiva la amapola y operan varios cárteles de la droga que disputan el acopio de la goma de opio con la que se elabora la heroína.
Es también la región en la que desaparecieron los 43 estudiantes de Ayotzinapa en 2014, que presuntamente fueron masacrados por un grupo del crimen organizado.
"Frente a un problema tan grave y tan grande, se tienen que plantear cosas extraordinarias también", dijo el gobernador.
La sugerencia de Astudillo se suma al debate que el gobierno de Peña Nieto abrió en enero sobre el uso de la marihuana, después de un fallo histórico de la Corte Suprema de Justicia que permitió a cuatro mexicanos el uso recreativo de la hierba.
El gobierno mexicano, que ha dado premiso a las familias de tres niñas para importar medicamentos que contienen cannabis, ya adelantó que vería con buenos ojos aprobar el uso medicinal de la planta como hizo recientemente Colombia, otro de los países más afectados de la región por la violencia del narco.
En América, el debate sobre la regulación de las drogas se ha avivado tras la legalización de la planta en Uruguay y después de que, en Estados Unidos 23 estados han autorizado el cannabis para uso medicinal y cuatro para el consumo recreativo.
"Mi comentario no es el primero ni creo que vaya a ser el único. Yo creo que es una voz que está colocándose y que está creciendo cada día más porque hay que buscar alternativas que paren a la violencia", manifestó el gobernador Astudillo.