Terminar los estudios de una licenciatura o un equivalente no garantiza conseguir un empleo en el corto plazo, sino que muchas veces estos jóvenes preparados académicamente optan por trabajos que no de su profesión o trabajos informales que les crean una problema emocional y económico.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), en México habitan 31.4 millones de personas entre 15 y 29 años de edad, que representan el 26.3% de la población total.
Por esta razón la bancada del PRD en San Lázaro exhortó al secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, para que implemente y/o mejore las políticas públicas necesarias a fin de promover el acceso de los jóvenes al campo laboral.
En los últimos años ha aumentado el número de jóvenes en términos absolutos, pero ha disminuido en proporción a la población, dijo la diputada, Karen Hurtado Arana.
Destacó que uno de los mayores problemas que enfrenta la juventud de nuestro país, según el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), es su tránsito de las instituciones educativas al campo laboral, lo cual puede deberse a la falta de flexibilidad de los mercados laborales para la contratación de este sector de la población.
Añadió que en los últimos años ha aumentado el número de jóvenes en términos absolutos, pero ha disminuido en proporción a la población total: este comportamiento es un reflejo de la insuficiente generación de empleos para satisfacer la demanda de jóvenes, quienes en muchos casos se incorporan por primera vez al mercado laboral.
Indicó que la tasa de ese empleo juvenil pasó de 205 a 2013, en número redondos, de 6% a 8%. Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), ha señalado que en el 2014 se llegó casi al 10%, cuando lo normal en una economía son tasas de desempleo de alrededor del 6%.
La legisladora señaló que los jóvenes resultan ser el sector de la población más afectado por el desempleo: tan solo en el 2013 el total de la población se vio afectada por las tasas de desempleo inferiores al 6%. Sobre la población económicamente activa –en la población entre 15 y 29 años- tan solo llega al 50% de la población, según el INEGI, por lo que se puede inferir que el resto no encuentra los incentivos necesarios para insertarse en la población productiva.
Lo anterior supone –dijo-- la necesidad de implementar y, en su caso, mejorar las políticas públicas para atender a un sector de la población que es rechazado por los mercados laborales. Estas deben contar con los mecanismos a fin de incentivar al sector productivo para la capacitación y la contratación juvenil, bajo esquemas de beneficio para ambas partes.
En este mismo contexto, en el 2013 la OCDE sugirió, a través del director de Política de Empleo, EstefanoScarpetta, que los países que enfrentan este problema deben recurrir a subsidios para las empresas con el fin de promover la contratación, puntualizó.