Para conocer cómo los científicos evalúan el uso y disponibilidad del agua subterránea, y con la preocupación de un estrés hídrico previsto para 2030, el senador Fernando Mayans Canabal pidió al titular de la Comisión Nacional del Agua, Roberto Ramírez de la Parra, un informe sobre los criterios que utilizan los mismos.
Durante sesión del pleno de la Comisión Permanente del Congreso, el legislador destacó la importancia de las aguas subterráneas para el abastecimiento de áreas, como la Ciudad de México, donde mil 366 pozos aportan el 85% del total consumido en la capital del país.
“Estamos preocupados por la disminución de agua y el posible estrés hídrico que puede presentarse en el año 2030, como lo señala en el Plan Hídrico Nacional 2014-2018, es interés de diversos ciudadanos conocer los criterios científicos que aplican para determinar tales estimaciones”, comentó.
En ese sentido, y sobre el informe, Mayans Canabal afirmó que ha faltado claridad, socialización y rigor científico en las acciones de Conagua para evaluar el agua en el país, pues resulta “importante monitorear la presencia, volumen y calidad del agua para decidir si es o no posible extraer caudales adicionales de agua subterránea, así como identificar grado y tipo de contaminación o cambio de la calidad de aguas superficiales y subterráneas” afirmó el legilador.
“La cuantificación del agua subterránea es convencional y los números de densidad de esquemas de monitoreo a nivel nacional son preocupantes. Hemos detectado que existe una gran opacidad y no hay transparencia en el monitoreo de aguas subterráneas, en la página oficial de la Conagua, no se muestra la evolución del sistema nacional de monitoreo, así como la medición del agua subterránea y sus propiedades en el país”, detalló el legislador.
Por último, el legislador pidió que también se detalle la evolución, control y criterio para otorgar nuevas concesiones y/o asignaciones de agua subterránea y superficial (nuevos pozos) en zonas que se han considerado con problemas de disponibilidad; medidas científicas que utilizaron para controlar la sobreexplotación de los acuíferos y las causas que la han provocado” finalizó.