Ante las desigualdades en el empleo y el oportunismo de “empresas fantasma”, senadores del PRI hicieron un llamado a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a verificar a estas empresas que ofrecen empleos mediante engaños con atractivos salarios de manera masiva.
Estas autoridades deberán revisar su forma de trabajar para evitar mayores engaños a la población, la Secretaría de Hacienda debe auditar la operación de estas “supuestas empresas”, mientras que la Secretaría del Trabajo debe intervenir toda vez que se trata de engaños que se presentan en contra de la población que busca un empleo, dijeron los senadores del tricolor.
En un comunicado, los legisladores afirman que debido a la desesperación de las personas que buscan trabajo, este tipo de empresas hacen víctimas a la gente ofreciéndoles atractivos sueldos, jornadas laborales cómodas y desde el propio hogar, lo cual ha logrado proliferar en el mercado laboral, pues se ofertan a través de medios masivos de información, como la prensa escrita, folletería y algunas páginas de internet.
Con dicho llamado a las secretarías federales, los legisladores detallaron la manera de actuar, que consta de una entrevista de trabajo, en la que se les ofrece un “curso introductorio”, anunciándoles desde un principio en que “ya están aceptados a la empresa” y que de entrada deben cubrir un costo de al menos 150 pesos para diversos gastos que se generarán para el material del citado curso.
“Mediante técnicas de psicología social, se logra doblegar su voluntad y autoestima, engañándolos fácilmente durante este curso introductorio que generalmente dura una semana, en sesiones diarias de dos horas” agregaron los legisladores.
Otra forma, en que las empresas fraudulentas operan es obligando, antes de poder empezar a trabajar, mediante una prueba de confianza en la cual “supuestamente deben vender” productos como perfumes, mismos que tienen que pagar por adelantado, y una vez que han pagado, la empresa y el inmobiliario de las supuestas oficinas desaparece, toda vez que no cuenta con un domicilio fijo, y vuelven a aparecer en otros edificios de la ciudad o en otras entidades.