A unas horas de la marcha de grupos conservadores en contra del matrimonio igualitario y la educación sexual bajo el lema de "a mi hijo lo educo yo", la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), exhorta a quienes participen en las movilizaciones, estén en favor o en contra, a que promuevan "la tolerancia, la inclusión y el
cumplimiento de la ley.
La CNDH también pidió respeto a los derechos que asisten a todas las personas, como pautas que fortalezcan y faciliten nuestra convivencia social pacífica, al tiempo que rechaza cualquier expresión que promueva o incite a la discriminación o al odio.
Sin embargo, la oficina del Ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez, aclara que el matrimonio igualitario "es un derecho cuya validez y legitimidad han sido reconocidas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con base en la interpretación que ha hecho de diversas disposiciones constitucionales, en particular del Artículo 1º que prohíbe todo tipo de discriminación, incluida la motivada por orientación sexual".
De hecho, la propia CNDH emitió la Recomendación General No. 23, donde establece la necesidad de que se adecuaran todos los ordenamientos, tanto federales como locales, a efecto de permitir el acceso al matrimonio a todas las personas y en condiciones tales que se impida cualquier tipo de discriminación.
"Restringir la posibilidad de contraer matrimonio a que lo hagan un hombre con una mujer, violenta el principio de igualdad y es contrario a los derechos de autodeterminación y libre desarrollo de la personalidad, lo cual implica la potestad que tienen todas las personas para planear, decidir y ejecutar un plan de vida propio", enfatiza la CNDH.
Asimismo, el organismo humanitario advierte que el derecho que asiste a toda persona para tener las convicciones éticas, de conciencia y de religión que libremente decida, "no puede condicionar, inhibir o eliminar el goce o ejercicio de los derechos que tienen las demás personas que no comparten dichas convicciones o creencias".
La libre expresión de ideas y el ejercicio del derecho a la protesta deben estar libres de promover prejuicios, estereotipos y estigmas que propicien la discriminación y acrecienten la exclusión y la desigualdad entre las personas, finaliza la CNDH.