La reforma electoral es un tema que está en la mira de los partidos políticos representados en el Congreso, con el objetivo de terminar con la guerra sucia en las campañas, buscar una mejor comunicación con la ciudadanía e instrumentar el voto electrónico.
Para el politólogo Hugo Goñi Cabello, hay una clara necesidad de adecuaciones al conjunto de reglas y procedimientos electorales rumbo a los comicios de 2018.
Hay que cambiar el modelo de comunicación, las facultades compartidas entre el INE y los OPLEs, e incidir y regular, sin limitar ni transgredir la garantía constitucional de libertad de expresión, las campañas negras y redes sociales, dijo.
En contraste, el consejero Marco Antonio Baños resaltó que el Instituto Nacional Electoral (INE) no requiere de una nueva reforma político-electoral para organizar las elecciones federales del 2018, pero si los partidos deciden lo contrario, sería importante que la aprobaran en el actual periodo de sesiones.
A su decir, la reforma político-electoral de 2014 demostró su viabilidad. “Entonces, no pedimos una reforma, no estamos pidiendo que se mueva absolutamente nada de la ley, para nosotros no es tema, es un tema de los políticos".
Señaló que el INE ya demostró que pude hacer elecciones en coordinación con los Organismos Públicos Electorales Locales (OPLEs), para elegir gobernadores congresos y ayuntamientos.
Sin embargo, dijo, “viene una elección que es de dimensiones inusuales. Nunca hemos tenido elecciones concurrentes con 30 estados como será en el 2018 y creo que aquí si vale la expresión de que será la elección más grande por el tamaño de los electores, el número de casillas a instalar y cargos que estarán en juego”.
En ese sentido, la secretaria general del CEN del PRI, Carolina Monroy del Mazo, expuso que una reforma electoral es importante para cualquier partido político que busca el perfeccionamiento del sistema democrático y que dé certeza a la sociedad.
Resaltó que una de las exigencias de la población es la de terminar con la llamada guerra sucia que en nada ayuda a nuestro sistema electoral. “Los mexicanos quieren escuchar de los partidos políticos y de sus candidatos propuestas y debates de altura y no acusaciones o falsedades que denigran a la política”.
En el PRI, prosiguió, "estamos a favor de la confrontación de ideas y propuestas y no de la llamada guerra sucia a la que están acostumbrados otros partidos políticos y personajes".
Sin embargo, aclaró, en este momento no está en la agenda legislativa una reforma electoral en el corto plazo, pues primero hay que atender los reclamos de la población en materia económica, generación de empleos y crecimiento.
Para el politólogo Hugo Goñi Cabello otro de los puntos que debe abordar la reforma son los mecanismos de información electoral como el PREP y los conteos rápidos.
Se crearon para minimizar la incertidumbre tras la jornada electoral, pero no ha sido así, la única solución que se tiene es el voto electrónico, que daría mayor rapidez y certeza a los resultados, además de que es auditable, y se puede monitorear.
Para el vicecoordinador de la fracción del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez, los procesos y procedimientos que dan vida a una elección arrojan un número importante de variables a estudiar, no hay ley perfecta, ni perpetua.
Hizo notar que la ciudadanía ha sido enfática en el modelo de comunicación política que ha traído consigo millones de pequeños spots, que no ha ayudado a difundir la cultura política, y ha acabado por saturar al votante.
Asimismo, para el legislador del PRI se debe continuar estudiando el voto electrónico, pues sin duda abarataría cualquier elección sea esta federal, estatal o municipal, sin embargo todavía no se ha diseñado un mecanismo para “desarmar la desconfianza”.
Esta es una reforma necesaria y tengámoslo por seguro no será ni la primera, ni la última, el trabajo legislativo es la imagen dinámica del cambio social, subrayó Ramírez Marín.
En agosto pasado, la bancada del PAN en el Senado delineó en su agenda legislativa la reforma electoral con detalles muy claros y muy precisos: segunda vuelta en la elección presidencial y disminución de los spots para que se privilegien los debates públicos en los espacios que estén consignados para eso.