“El ganador de la violencia en México es la industria de las armas en los Estados Unidos”, alertó Eugenio Weigend, del Centre for American Progress, al advertir que 7 de cada 10 armas que se comercializan de forma legal o ilegal en nuestro territorio provienen del vecino país del norte.
Las drogas son un problema pero una vez que se combinó con el mercado de las armas fue cuando se volvió violento. La industria armamentista norteamericana mantiene un esquema de ganar-ganar porque los contratos millonarios han sido pagados desde los grupos criminales hasta por las fuerzas de seguridad de México, detalló el experto tras participar en el debate "Las Armas de Fuego. El desafío para México y Estados Unidos", organizado por el Colegio de México.
Los candidatos a las presidenciales del 2018 tienen que tomar este tema como “una prioridad”, frente a una normatividad tan “laxa” que ha permitido un comercio masivo de armamento, agregó Weigend, al detallar que junto a esta adquisión de armas y equipamiento militar, se han disparado los homicidios dolosos en México.
De enero de 2012 a abril de este año, el 58 por ciento de los homicidios en México se ejecutaron con el uso de armas de fuego; la tendencia es a la alza y el primer trimestre de 2017 ya es considerado como el “más violento del que se tenga registro desde 1997”.
Los investigadores estimaron que el presente gobierno destinó a mitad de la administración 3 mil 500 millones de pesos para la compra de equipamiento militar, helicópteros, vehículos blindados y armas.
John Lindsay-Poland, del American Friends Service Committe, enfatizó el papel de la Iniciativa Mérida, pues este respaldo a México de los Estados Unidos tiene como plataforma la “venta legal de armas como parte de la política exterior del país exportador; no es sólo una transacción comercial, y por eso debemos cuidar y exigir su transparencia”.
Tras subrayar que en México los únicos compradores de armas legales son la Secretaría de Defensa Nacional y la Marina Armada de México, Paulina Arriaga, integrante de la organización DesArma México, señalo que del 2006 a abril de 2017, han “desaparecido” de los arsenales policiales al menos 20 mil armas.
David Pérez Esparza, de University College London, resaltó que en siete ciudades del país, el 60 por ciento de las personas consultadas dijo no estar interesado en las armas ni en adquirir alguna, pero del 40 por ciento restante, “al menos el 20 por ciento declaró abiertamente que sí compraría un arma”. Pérez estimó que entre el 3 y el 4 por ciento de los hogares en el país tiene un arma.