• Ante autoridades electorales que participaron en el “Curso Latinoamericano Especializado sobre Mecanismos de Inclusión y Participación Político-Electoral”, sostiene que la defensa de la democracia es una tarea colectiva
Los órganos electorales deben ser un ancla de la estabilidad política y con ello, coadyuvar a fortalecer la democracia, sostuvo el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello.
Al dar la bienvenida al “Curso Latinoamericano Especializado sobre Mecanismos de Inclusión y Participación Político-Electoral”, en el que participaron autoridades electorales de México y América Latina, afirmó que la construcción de los sistemas democráticos no está exenta de regresiones.
“Así como la democracia es una construcción colectiva que supuso la asunción de responsabilidades de múltiples actores; políticos, de la sociedad civil, de la prensa, y de actores institucionales, su defensa también implica responsabilidades colectivas”, señaló.
El Consejero Presidente del INE advirtió que, si no se defiende a la democracia, “cuando nos demos cuenta probablemente estemos viviendo en algo que de democrático tiene sólo el cascarón, eso que autores han definido como la democracia de la apariencia”.
Acompañado del Coordinador de Asuntos Internacionales del INE, Manuel Carrillo Poblano, subrayó la importancia del curso, sobre todo cuando los sistemas democráticos enfrentan problemas comunes: desinformación, crisis de las instituciones democráticas -partidos políticos y parlamentos-, desafecciones ciudadanas frente a promesas incumplidas de los regímenes democráticos y el surgimiento de nacionalismos o expresiones polarizantes.
Por ello, ponderó que en el curso se incluyen temas de actualidad como la participación, representación política y la inclusión del otro, entendida como tolerancia y como aceptación del juego colectivo que supone la democracia y que se traduce en la pluralidad política.
Lorenzo Córdova destacó la importancia de la representación de la pluralidad, sobre todo en tiempos de un discurso polarizarte, dicotómico, de blanco y negro; de buenos y malos; de amigos y enemigos; de liberales y conservadores.
La representación política democrática, agregó, no es otra cosa sino el reflejo y la posibilidad de que la pluralidad ideológica y política de las sociedades tenga espacios equilibrados de representación.
“La representación democrática se distingue de la que no es, porque supone la existencia de mecanismos formales para que las y los ciudadanos elijan a quienes van a decidir por ellos y que esos mecanismos reflejen la diversidad política e ideológica de la sociedad”, puntualizó.
Durante el curso se analizarán experiencias de diversos países en temas como pueblos originarios y minorías étnicas, participación y representación y las y los jóvenes, personas recluidas en centros penitenciarios, equidad de género, urna móvil, voto asistido, participación electoral de los extranjeros y comunidad LGBT, entre otros.