México, 1 de marzo de 2022.— Sin autorización de impacto ambiental, ni de cambio de suelo en terrenos forestales, han iniciado los trabajos en lo que será el nuevo trazo del megaproyecto Tren Maya en el Tramo 5 que va de Cancún a Tulum, trazo que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) tampoco ha hecho público oficialmente.
Organizaciones civiles informaron este martes que los trabajos para devastar la selva en una zona del nuevo trazo ya comenzaron, lo cual es atestiguado "con gran tristeza y rabia", pues se estima que serán devastados ocho millones 736 mil árboles, palmas y arbustos a lo largo de 120 kilómetros de selva virgen entre Cancún y Tulum.
En entrevista Guadalupe de la Rosa, representante de Moce Yax Cuxtal, explicó que el cálculo se realizó con base en un estudio hecho por el Jardín Botánico "Alfredo Barrera Marín" –para otros fines– que contabilizó que por cada 500 metros cuadrados de selva, existen 400 ejemplares arbóreos, palmas y arbustos.
"No se conformaron con los árboles que retiraron sobre el camellón central de la carretera federal. Ya comenzaron con maquinaria a derribar la selva y los árboles. Nosotros estuvimos en dos puntos y pudimos constatarlo. Pudimos escuchar cómo crujían, percibir el olor de la selva, nos preguntábamos cuántos animalitos afectados, porque van rapidísimo", aseguró.
Además de los árboles, habrá pérdida de servicios ambientales, fragmentación de ecosistemas, defaunación, aislamiento reproductivo e impactos al acuífero subterráneo, ya que por debajo de la región de Tulum corre la red de ríos subterráneos más grande del mundo y cavernas que alojan tesoros arqueológicos y paleontológicos únicos.
Organizaciones con trabajo en pro de la conservación y la educación ambiental en la Riviera Maya denunciaron que "sin permisos, ni programas de reubicación de árboles y fauna silvestre. Sin reconocimiento de árboles en peligro de extinción de la NOM 059 ni estudios geofísicos e hidrológicos, sin consulta pública ni estudios socioeconómicos, han estado entrando las máquinas a destruir la selva. Una selva en excelente estado de conservación, frágil, compleja, con todos sus elementos vivos y completos".
El inicio de los trabajos constituye –afirmaron– "toda una violación a la legislación ambiental y al Derecho al medio ambiente sano".