México, 27 de junio 2023—Los dueños de tienditas son víctimas de la inseguridad del país, no solo por robos
de cualquier tipo, sino que también son extorsionados e incluso obligados a vender cigarros "pirata", señaló la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
Cuauhtémoc Rivera, dijo durante la presentación de la 19 Encuesta: Inseguridad como factor inflacionario, que todos esos costos por la inseguridad se transfieren al consumidor, lo que provoca alza de precios
Los resultados de dicha encuesta mostraron que casi 17% de los entrevistados dijo ser víctima de la extorsión, cerca del 24% dijo que le robaron mercancía, 26% fue robo hormiga de productos, mientras que un 33% dijo que el crimen les ofreció cigarros "pirata" para venta.
El 31% de los encuestados estimó que por la inseguridad sus pérdidas ascienden a entre 10% y 20% de sus ganancias mensuales.
Estiman que en dos terceras partes del país se padece de algún delito, incluso ya hay robos a los proveedores por lo que éstos se tienen que camuflajear para que no se les quite la mercancía al momento de entregarla.
En cuanto a las extorsiones, refirió que tal parece que se castiga el éxito, ya que "en las zonas de mayor consumo, en las alcaldías, restaurantes de marca, fondas, todo aquel negocio exitoso, son visitados de manera indistinta por parte de pandillas de cobro de derecho de piso".
::-Crimen apuesta por inteligencia para extorsionar en comercios-::
Ahora el crimen organizado "muestra una mayor capacidad de inteligencia, están apostándole mucho a tener información previa, robusta, para que las personas que les van a cobrar derecho de piso o a extorsionar se sientan vulnerables por la conversación que te hacen y la gente termina cediendo porque no quieren poner en riesgo la integridad, pero pagan una protección que es un chantaje o extorsión".
En general el cobro para los pequeños comercios es de 500 pesos, pero puede llegar a los 30 mil o 50 mil pesos, si no se quieren ver involucrados en temas de violencia o amenazas.
Eso se observa sobre todo en Baja California Sur, Zacatecas, Tamaulipas, San Luis Potosí, Guanajuato, Querétaro, Estado de México, Ciudad de México, Colima, Guerrero, Morelos, Puebla, Tlaxcala, entre otros.
El problema es que se convirtió en un impuesto por el derecho a trabajar y se va normalizando y la gente piensa que no se puede hacer nada ante esta situación, "la gente termina por no respingar". Incluso aunque sean pequeños negocios, con un flujo de dinero bajo, el crimen no perdona, "empiezan cobrándoles 500 pesos, ya no aceptan 200 pesos, a la quincena o al mes".