Los gobernadores de todo el país estarán obligados a intercambiar con las autoridades federales y las demás entidades información genética para identificar a delincuentes.
Para ello deberán crear laboratorios de genética forense y construir una base de datos de perfiles genéticos. Además, establecer protocolos de búsqueda de indicios de esa naturaleza en casas de seguridad donde hayan permanecido personas secuestradas.
La intención es utilizar la genética forense como “una herramienta de investigación de las instituciones de Procuración de Justicia”.
Por ello, el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) incluyó en sus programas de prioridad nacional la genética forense, con lo cual se obliga a los gobiernos estatales a fortalecer la Base de Datos de Perfiles Genéticos del Sistema Nacional de Información (SIN).
Así lo establece el convenio de coordinación firmado entre la Federación y cada uno de los gobiernos estatales, en el cual se comprometieron a elaborar este mismo año un diagnóstico de lo necesario para implementar el programa en cada entidad.
Se trata de crear laboratorios de genética forense al servicio de las procuradurías estatales y contar con la infraestructura, el equipamiento y el personal necesarios para su funcionamiento, como un insumo para la investigación de delitos.
El año pasado el tema fue motivo de consenso entre los gobernadores de todo el país y el gobierno federal durante la sesión de agosto del Consejo Nacional de Seguridad Pública, pero fue hasta los convenios de este año cuando se incluyó el tema forense en las estrategias y programas, porque se requerían recursos para cumplir el acuerdo.
De esta manera, la bolsa de 7 mil 631 millones de pesos que reciben los gobiernos estatales por concepto del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP) también deberá financiar la creación de estos laboratorios.
En noviembre del año pasado, la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia, integrada por todas las fiscalías, la PGR y la Procuraduría General de Justicia Militar acordaron implementar bases de datos y mecanismos homologados de identificación genética, biométrica, antropométrica y dactilar, para reforzar las actuaciones ministeriales e investigaciones para identificar a las víctimas y a las personas no localizadas, así como para fortalecer los trabajos de investigación e inteligencia para el combate a la delincuencia.
El trabajo de genética forense debe considerar criterios de uniformidad y fomentar el intercambio académico, incluso considera el apoyo de universidades, organismos e instituciones públicas y privadas para la práctica de peritajes.