Mientras que por un lado el Nacional Monte de Piedad (NMP), informa que realiza una incansable labor asistencial a los grupos vulnerables, por otra ordena el desalojo de las personas de la tercera edad del Centro de Rehabilitación y Revitalización “Pedro Romero de Terreros”.
Con violencia y prepotencia estas personas fueron tratadas como si fueran delincuentes peligrosos, y el único propósito fue que la Fundación para la Promoción Humana, administradora de esta Casa de Día, procedieran a desmantelar las instalaciones y a destruir el funcionamiento de la misma al retirar al personal a cargo de las actividades que aquí se realizan.
Los afectados indicaron al diario nacional “El Punto Crítico”, que no obstante, tanto el NMP como la Fundación mencionada no han cumplido con los protocolos que deben seguir ante la Junta de Asistencia Privada en su pretensión de dejar en el abandono a un sector vulnerable y en estado de indefensión, lo que sanciona el Código Civil vigente.
La actitud asumida por ambas instituciones a partir del cuatro de abril es incongruente con la imagen que se propaga del NMP, de institución humanitaria que ayuda a los más necesitados, pues el Patronato, que preside el doctor Raúl Medina Mora Icaza, ha puesto oídos sordos para reconsiderar ese agravio.
Sus directivos esgrimen argumentos distintos para eludir las obligaciones que por ley debe cumplir el NMP al recibir exenciones de impuestos y otros beneficios fiscales.
El director de Acciones Asistenciales del NMP, Jorge Humberto Contreras Santiago, no ha tenido empacho en responder a familiares y usuarios que: “Ya disfrutaron durante 24 años el espacio, así que ahora les pedimos cederlo a los jóvenes trabajadores del Monte de Piedad”, afirmación que revela discriminación hacia los ancianos, algunos de ellos pensionados y/o jubilados de esta casa de préstamo.
En tanto, el subdirector Jurídico del NMP, Fernando Rivera, se ha tomado la libertad de llamarnos “obnubilados de la razón”, por pedir PIEDAD para los ancianos a los que se les arrebata este espacio donde desarrollan actividades de pintura en madera, tai chi, canto, zumba, hawaiano y gimnasia física y cerebral, entre otras, además de recibir rehabilitación física, pues muchos presentan problemas de funcionalidad derivados de su avanzada edad, algunos de hasta 97 años.
Muchas de estas personas adultas mayores padecen problemas auditivos, de la visión, de movilidad e incluso mentales, otros más viven solos y enfrentan cuadros depresivos severos, por lo cual este centro ha sido durante 24 años su aliciente de vida.
A pesar de lo anterior, y sin mediar un juicio o alguna notificación por escrito, sin un documento que respalde los protocolos que deben seguir las Instituciones de Asistencia Privada, la Fundación y el NMP expulsan a los usuarios del “Centro Romero de Terreros”.
El plazo vence hoy jueves 30 de mayo, según lo expresado por Contreras Santiago, quien a su vez es patrono revisor de la Fundación, por lo cual los ancianos y ancianas usuarios del Centro Romero de Terreros temen ser violentados al resistirse a salir de lo que ha sido su Casa de Día.
Pedimos a la sociedad civil estar pendiente para evitar que se consume este agravio.