Las licencias de funcionamiento o permisos para los giros mercantiles de espectáculos y entretenimiento, son un mecanismo de control, para cobrar el derecho de piso por las autoridades del Gobierno del Distrito Federal (GDF), o de las delegaciones quienes llegan a recaudar hasta un millón de pesos los fines de semana, como cuotas para dejar trabajar libremente a bares, table dance, y centros nocturnos.
La corrupción que impera en este mecanismo afecta a más de 85 mil empleos por el cierre de estos centros de diversión; ya que aunque
tengan los documentos en regla, cualquier motivo es suficiente para clausurar, y en cambio a “giros negros informales”, que no cuentan con ningún documento, hasta protección policíaca les ponen.
E inclusive trabajan las 20.00 horas del día, sin ningún permiso y allí es donde puede manejar la droga. Como sucedió con los 12 desaparecidos del inmueble de la Zona Rosa.
Se dejó en claro que la delincuencia no solo está bien organizada amafiada con las autoridades delegaciones y principalmente, funcionarios del Gobierno del Distrito Federal (GDF).
Para tapar el Sol con un dedo, las autoridades correspondientes han emprendido una “Cacería de Brujas”, y se han dedicado a cerrar los centros de espectáculos por motivos inventados.
Lo anterior fue señalado por el Presidente de la Asociación Nacional de la Industria de Discotecas, Bares y Centros de Espectáculos (PANIDBCE), Ismael Rivera Cruces, al programa de radio “VOCES AL AIRE”, que se trasmite por el 760 de ABC.
Denunció la extorsión a empresas que ha ocupado un lugar importante de la opinión pública durante las últimas semanas, tanto por el crimen organizado como por la corrupción a que existe a nivel administrativo para regular establecimientos comerciales.
Dijo que el soborno es un mal al que enfrentan las empresas, no solo del Distrito Federal, sino a nivel nacional, pero aquí, en las delegaciones políticas, en la Cuahutémoc, Benito Juárez, Venustiano Carranza, entre otras, la corrupción está muy arraigada.
Rivera Cruces recalcó que recientemente la (PANIDBCE), denunció que el monto soborno para que no los clausuren puede llegar a ser de hasta un millón de pesos.
El problema de control de los establecimientos no se soluciona con un cambio de leyes, sino otorgándoles a los funcionarios locales los medios adecuados y suficientes para realizar su trabajo.
El problema en muchas delegaciones y municipios es que no se tiene la información suficiente y confiable como para tomar decisiones. ¿Sabemos cuántas delegaciones del Distrito Federal tienen la infraestructura y personal necesario para responder ante estas necesidades?
Dotar a las delegaciones y municipios de computadoras y sistemas de información ágiles, ayudaría a disminuir mucho el problema de corrupción en estos lugares.
Explica el Presidente de los bares al director general del diario nacional “EL PUNTO CRITICO”, quien dirige el programa de radio “VOCES AL AIRE”, Eduardo Ramos Fusther, que entre los trámites que se deben realizar en la apertura de una empresa está la Licencia de Funcionamiento, un permiso que extiende la autoridad local.
En los últimos tres años, la música, el baile y las copas dejaron de escucharse, verse y servirse en mil 700 discotecas y bares de la República Mexicana, luego de que sus ventas se derrumbaron debido a la crisis económica y a los problemas de inseguridad.
Ismael Rivera Cruces, señaló que el cierre de esos establecimientos ha provocado la pérdida de 85 mil empleos en Baja California, Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León, Tamaulipas y Guerrero, así como en otros estados del país.
De 2009 a 2011, los bares y discotecas reportaron una caída en sus ventas de aproximadamente 26%, lo cual impactó directamente en las utilidades hasta ponerlos en números rojos y “en menos de dos meses prefirieron cerrar”, expresó en entrevista con 24 HORAS.
“A finales de 2009 comenzó el cierre de los bares; no ha frenado y sigue en cascada. Por ejemplo, en Durango han bajado la cortina 60% de los establecimientos, muchas zonas del país siguen amedrentadas por el crimen y la gente ya no va por la diversión nocturna”.
La zona de la frontera norte de México, afirma Rivera, “se encuentra totalmente muerta” por lo que toca a este sector. Ello, precisa, se ve en ciudades como Tijuana, Ciudad Juárez, Matamoros, Reynosa, Nuevo Laredo, Torreón, Durango y Monterrey.
“Nosotros somos un termómetro para visualizar si hay una estabilidad económica, porque la gente gasta en diversión, que es uno de los últimos puntos donde normalmente lo hace y el año pasado se vio muy afectado”, dijo el dirigente.
Al Consejo de Seguridad Nacional le han solicitado el apoyo y la vigilancia para que los bares y discotecas operen sin problemas en las ciudades del norte del país, pero “no ha sido posible por cómo se ha manifestado la inseguridad”, puntualizó.