La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) inició la capacitación de personal operativo y de inteligencia financiera, a fin de conocer el destino de los recursos que un grupo delictivo obtiene por liberar a una víctima de secuestro.
La Secretaría de Gobernación precisó que se impartió el Taller para la instalación y operación del Programa Informático Sistema de Atención de Requerimientos de Autoridad (Siara) a titulares de las Unidades Especializadas contra el Secuestro.
Igualmente participaron funcionarios designados por procuradurías y fiscalías de Campeche, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán, para identificar operaciones con recursos de procedencia ilícita, agregó la dependencia en un comunicado.
El coordinador nacional Antisecuestro, Renato Sales Heredia, dijo que esta capacitación permitirá contar con herramientas tecnológicas para pedir a la CNBV información y documentos de clientes y usuarios de instituciones financieras que pudieran estar relacionados con ese delito.
También podrán entender el funcionamiento de las distintas entidades que integran el sistema financiero mexicano, como los transmisores de dinero, que si bien están regulados y supervisados por la CNBV, no están protegidos por el secreto bancario.
Sales Heredia expuso que esto permite a una procuraduría conminar a un transmisor de dinero o centro cambiario a proporcionar información inmediata de sus usuarios y cerrar la ruta del dinero, clave para disminuir la prevalencia de los grupos de delincuencia organizada.
“Muchas veces los secuestradores también utilizan el dinero para comprar ranchos, inmuebles; algunos se lo gastan, otros no. Se trata de ubicarlos por ahí, algunos de pronto compran bienes en grandes cantidades”, refirió.
El titular de la Coordinación Nacional Antisecuestro (Conase) refirió que además “hay empresas de envío y retiro de dinero que no están vinculadas por el secreto bancario y entonces la información puede solicitarse inmediatamente”.
De tal suerte que la empresa tiene la obligación de reportar con agilidad tratándose de instituciones financieras, incluida la figura de corresponsales bancarios.
Esta incluye comercios e instituciones que establecen relaciones de negocio con un banco, con el fin de ofrecer a nombre y por cuenta de éste servicios financieros a sus clientes.