Cinco picotazos en uno.
Uno: La Policía Federal montaba una guardia a la familia estadounidense Lebaron, llegó el nuevo gobierno de la 4T y les fueron retirados los elementos, había amenazas del crimen organizado en contra de ésta comunidad mormona la cual fue fundada en Casas Grandes, Chihuahua en 1942, ellos abrían plantado la cara a el crimen organizado, Julián Lebaron, es una de las principales figuras, a él le asesinaron a su hermano Benjamín. Julián acompañó a Javier Sicilia en el movimiento por la paz y la justicia y dignidad que enfrentó a Felipe Calderón en su sexenio.
Ayer, entre los límites de Chihuahua y Sonora emboscaron a toda una familia, asesinaron a 12 miembros, nueve niños y tres mujeres brutalmente ejecutados, calcinados. Hay cinco menores desaparecidos. Esta bola de nieve se aunará a lo de Culiacán, recuerde esto que le estoy diciendo, pues los asesinados son de nacionalidad estadounidense. Washington ya comienza a montar un muy entendible reclamo. Aquí, esperamos, no hagan referencia de un error táctico el haber dejado sin escoltas a los de la comunidad Lebaron.
Dos: Los mexicanos dejaron de comprar autos nuevos, por si alguien no lo ha notado, la clase media, las que compra unidades nuevas, no se quiere arriesgar adquiriendo algún tipo de crédito. No ven que la situación económica mejore, otro signo de que a la olvidada clase media les está preocupando el horizonte para el año que viene. 28 meses de mala racha en la industria automotriz no es una buena noticia.
Tres: Las universidades para el bienestar Benito Juárez, programa emblema del presidente AMLO se desinflan, la gran mayoría en el país operan sin bases administrativas y con un puñado de alumnos. Decepciona ver que sus aulas sean gimnasios, bodegas, predios, auditorios municipales, se buscaba quitarle carga a la UNAM y los jóvenes sencillamente no quieren ir a tomar clases a jacalones.
Cuatro: El choque entre AMLO y Calderón crispa aún más el ambiente político, las redes sociales se han convertido en el campo de batalla de lodo y ataques, los señalamientos entre uno y otro no abonan en lo absoluto a la tan necesaria reconciliación nacional. El problema es que ya treparon al ring a la familia y ahí sí todo se convierte de pronóstico reservado.
Cinco: y no sólo es el bautizo de "villano favorito" emanado de las mañaneras a Calderón, sino que los roces entre el comandante supremo de las fuerzas armadas y un general del ejército lo que tensa y mucho es la relación entre altos mandos de los hombres y mujeres de verde olivo, situación que no le había ocurrido ni siquiera a Zedillo cuando acusó al ejército de asesino por lo del 68. Este país va a necesitar ir a terapia psicológica urgente, antes de que todos nos volvamos locos.