La organización Gestión Social y Cooperación, identificó que de 182 programas sociales federales, 141 presentaron problemas de opacidad, y no se encontraron en condiciones de resolver problemas para los cuales fueron creados por sus altos niveles de dispersión y bajo desempeño, por lo que ante el proceso electoral de 2015,
es necesario tomar previsiones en materia de transparencia y rendición de cuentas en torno a estos programas.
Lo anterior, porque además 63 de estos programas, cuyo presupuesto global asciende a 41 mil 418 millones de pesos, presentan graves problemas de opacidad, por lo que fueron catalogados como la “caja negra” del gasto social federal, debido a que no reportan la población potencialmente beneficiaria a la que atienden, o los avances logrados en el año fiscal evaluado.
Al respecto, el diputado Damián Zepeda Vidales dijo que el dato que se presenta “es impactante”, y consideró que una administración, para ser eficiente, se tiene que orientar a resultados; “si no se logra ser eficiente o eficaz en la implementación, o ejecución de los recursos públicos, entonces tenemos un problema serio”, dijo.
Al final del día, agregó, el presupuesto es la principal herramienta de política pública para incidir en la calidad de vida de los mexicanos. “El resultado es alarmante. Tener 182 programas y de los cuales 141 están calificados como de desempeño escaso, disperso o que no tienen la capacidad de identificar bien a la población para la que están orientados, representa un serio problema”.
El combate a la corrupción, añadió, se tiene que hacer por justicia, “pero cuando se combate es porque ya se cometió el delito y lo que los mexicanos queremos es que no se cometa el delito, y para no hacerlo, es necesario mejorar los aspectos de transparencia para que tengamos una caja de cristal, contraria a la caja de negra, opaca, del gobierno federal, que permita a todos los ciudadanos conocer qué se asigna, cuánto se asigna; qué se compra, a quién y para qué y, en este sentido, mejorar la asignación de los recursos.
“Cómo es posible que 41 mil millones de pesos de gasto de los programas sociales no tengan siquiera la capacidad de identificar su población objetivo. Realmente este es un problema grave”, subrayó.