El coordinador del Partido Revolucionario Institucional (PRI) EN LA Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones Rivera, celebró la aprobación de la reforma en materia de trata de personas, porque dijo que las autoridades tendrán mejores herramientas para prevenir y castigar este delito y que se dicten sentencias justas.
“La reforma de la ley nos permitirá ahora reducir la impunidad y castigar a los culpables de este terrible delito”, aseguró Beltrones, al tiempo de comentar que la trata de personas es la esclavitud del siglo XXI, ya que con “terrible frecuencia” se conocen historias en las que mujeres, jóvenes y niñas, son sacadas de su hogar con engaños para obligarlas a ejercer el trabajo sexual o para pedir limosna en las calles.
Porque dijo que existen casos en que el crimen organizado secuestra a grupos de migrantes para forzarlos a trabajar en sus actividades delictivas o incurre en la pornografía infantil.
Por tal motivo, afirmó el legislador, la Cámara de Diputados aprobó este miércoles una serie de reformas a la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos delitos.
Precisó que la reforma protegerá de mejor manera los derechos de las personas, especialmente de los menores de edad. “Las reformas aprobadas por los diputados hacen congruente la ley de trata con la ley que protege los derechos de los niños, la cual aprobamos recientemente”, explicó.
Las modificaciones a la ley establecen que el delito de trata no prescribe cuando es cometido contra menores de 18 años, ni cuando se dé en condiciones que permitan calificarlo como de lesa humanidad. Se planteó, agregó, un periodo de estabilización física, emocional y psicológica previo a que rindan su declaración y se integró un fondo para atender a las víctimas de trata con recursos presupuestales garantizados.
Finalmente, dijo que para realizar estas reformas, el Poder Legislativo contó con la participación activa de organizaciones de la sociedad civil, académicos y funcionarios de organismos internacionales de primer orden. “Esta reforma contra la trata de personas atiende el legítimo reclamo de la sociedad de construir un país con justicia, en el que las instituciones procuren la ayuda, asistencia y reparación de los daños y protejan efectivamente al débil del abuso”.