Congelan para mejores tiempos legislativos ley de casinos y juegos

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Los políticos, los enormes montos de dinero y los mitos urbanos asociados a la industria del juego en México constituyen los mayores retos de este sector, pese a que podría generar en 10 años hasta un tres por ciento del producto interno bruto del país si en 2015 se aprueba una iniciativa de ley, por ahora enviada a la congeladora legislativa.

Esto señala en entrevista con El Punto Crítico, el abogado y experto en el sector de las telecomunicaciones, José Luis Benavides Gutiérrez, quien culpa a los dos sexenios panistas entre 2000 y 2012 de la “corrupción más brutal” que haya conocido la industria del juego y los sorteos del país.

Según Benavides Gutiérrez, “el principal problema de la industria del juego es que maneja mucho dinero y siempre los políticos se cuelgan de las banderas o los mitos urbanos”, de que los jugadores pierden sus casas, autos u otros bienes e incluso a sus familias por la ludopatía.

Sin embargo, el entrevistado sostiene que la atmósfera vinculada con los juegos y sorteos en México está más asociada “a percepciones que a realidades”.

El experto en la industria del juego recuerda que la ley, impulsada por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, fue votada y aprobada por la cámara de diputados, pero el 15 de diciembre último el Senado decidió que el tema no era prioritario y será hasta febrero próximo cuando eventualmente comiencen a evaluar cuándo podrían votarla.

Aun cuando para el gobierno de Peña Nieto esta iniciativa constituía un tema prioritario, “desgraciadamente los senadores” decidieron otra cosa, anota Benavides durante la charla.

Cree que el tema de la ley de casinos y del juego debería estar al menos entre los primeros diez más importantes del país para el gobierno de Peña Nieto.

Pero en México “pasamos de la desregulación a la simulación en el reglamento”. A esto se añade que 2015 será un año electoral y todo hace prever que será complicado que los partidos comiencen a discutir el tema.

Esto hace prever, añade Benavides Gutiérrez, que “si tiene suerte la reforma de juegos podría comenzar a ejercer a finales del 2015”, considerando que la voten en marzo, y el ejecutivo federal tendrá a partir de abril hasta 60 días para promulgarla.

Así que es claro que “la industria de los juegos y sorteos en México deberá esperar mejores tiempos legislativos”.

El tema de juegos y sorteos, sexenio tras sexenio, está cuajado de intereses políticos”, insiste Benavides.

Recuerda que el país pasó de una regulación de 1947, en el gobierno del presidente Miguel Alemán, a una serie de vacíos y simulaciones, entre ellas en las que incurrió el hoy senador, Santiago Creel, que en 2004 se desempeñó como titular de Gobernación.

Caos y corrupción

“Creel aprovechó un hueco en la propia ley del 47 y conforme al artículo 87 constitucional decidió reglamentar esta industria”, dice Benavides Gutiérrez, quien asegura que Creel respondió a compromisos con empresarios y utilizó una facultad legislativa para impulsar un reglamento.

Pero diez años después, esas acciones desembocaron en “un caos y corrupción”, que imperaron en el gobierno panista.

Apuntó que cualquier presidente municipal o delegado cierra casinos porque de esa forma usan una “bandera política muy rentable”, que consiste en la creencia de mucha gente normal de que los casinos sirven de mamparas para lavar dinero o vender drogas.

Pero esto, apunta Benavides Gutiérrez, “difícilmente” ocurrirá porque para los empresarios serios los casinos son más bien espacios lúdicos, que visitan las personas con el interés de divertirse o entretenerse, aun cuando “no es que nadie se emborrache o drogue”.

Benavides Gutiérrez defiende los casinos como un espacio que ofrece “una válvula social más como una fuente de entretenimiento”.

Sobre si México podría albergar casinos al estilo de Las Vegas, en el estado estadunidense de Nevada, este experto descarta esa posibilidad debido a “la regulación que tenemos”.

Destaca que debido a la legislación que rige en México, el país “no es atractivo para inversionistas ni siquiera de nivel mediano” y cita el caso de SteveWynn, un inversionista en casinos de Las Vegas, que registra ganancias por unos tres mil millones de dólares al año.

Lucha de egos políticos

Benavides cree que México no sería atractivo debido a que un “buen año” apenas dejaría ganancias por casinos en el orden de los 100 millones de dólares.

“Con el modelo de regulación que impera en México no vendrá nadie. No les interesa el mercado como está regulado hoy, pero cree que la iniciativa varada en el Congreso podría ser un “buen principio” para que la industria del juego empiece a caminar y se reordenara en los siguientes 5,10, 15 o 20 años, dijo.

“La iniciativa no es la mejor, pero es idónea”, apunta Benavides Gutiérrez, quien ratifica sin embargo que el tema es uno “de lucha de egos políticos”.

Cuando se le pregunta sobre el caso del Casino Royal, que fue incendiado intencionalmente en agosto de 2011 con un saldo de más de medio centenar de muertos, Benavides apunta que se trató de “un caso de corrupción de la Segob”, donde se mezcló el rechazo de “alguien que se negó a pagar el derecho de piso. Es la verdadera historia”.

Considera Benavides Gutiérrez que los casineros “son los primeros afectados por cuotas y derechos de piso en los estados. Les pagan a gobiernos y delincuentes”.

Benavides Gutiérrez hace ver igualmente que un casino sencillo implica una inversión de por lo menos 1.5 millones de dólares con 100 máquinas. Así que “una persona que le mete 4 o 5 millones de dólares va a querer certeza jurídica para su inversión”.

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