Todo como en el inicio

 

El 24 de febrero de 2013, Hipólito Mora se levantó en armas junto a una veintena de habitantes de La Ruana a los que siguieron civiles del vecino pueblo de Tepalcatepec. Declararon la guerra al cártel de los Caballeros Templarios, comandado por Enrique Plancarte, El Kikín, Servando Beltrán, La Tuta, y Nazario Moreno, El Chayo, asesinado este año.

Este grupo de narcotraficantes fanáticos -hoy en declive- predica, en pleno siglo XXI, el conservadurismo sectario y religioso y como la mayoría de los cárteles actuales extorsionan a la gente y practican sangrientas torturas que aterrorizan a la población.

Según los testimonios de los michoacanos, de las extorsiones pasaron a los secuestros y a las violaciones de mujeres y niñas. La población estaba indignada. Y entonces entró en escena Hipólito Mora, un aguerrido productor de limón de 58 años con un objetivo muy claro: expulsar a los narcos de su tierra.

Los periodistas de medio mundo les presentaron como una especie de revolucionarios y les llegaron a comparar con los zapatistas. Pero en realidad eran una especie de milicianos sin ideología que en muchas ocasiones mostraban ínfulas de narquillos.

En enero de 2013 la causa de los autodefensas se difundió con gran fuerza en las redes y en los diarios internacionales. Desde diciembre de 2013 habían ampliado su territorio entrando en varios municipios. El día 29, comandados por el doctor Mireles, entraron en Churumuco, (a unos 200 kilómetros al sur de Morelia) donde fueron vitoreados por el pueblo.

El día 4 de enero de 2014 tomaron Parácuaro (a 90 kilómetros al norte de la capital del Estado) tras un intensa balacera.

El Comisionado Alfredo Castillo, tomó el control de Michoacán el 16 de enero de 2014 con el propósito de desarmar a las autodefensas y erigirlas en una nueva forma legal llamada Fuerzas Rurales Estatales. Cuatro meses después, el Comisionado afirmó: “Los grupos de autodefensa ya no existen desde el 10 de mayo cuando depusieron las armas”.

El 11 de marzo Hipólito fue brevemente detenido y acusado de homicidio. Inmediatamente después de ser liberado, entró a la recién creada Fuerza Rural. En junio pasado, Salvador Jara Guerrero tomó el control de Michoacán, tras las acusaciones que implicaban a Castillo con el narco y una enfermedad que lo mantuvo fuera de su mandato más de 10 meses.

Los autodefensas reactivaron su actividad en Michoacán con bloqueos en las carreteras de Apatzingán, Uruapan y otros municipios. “Han resurgido las autodefensas”, fue el grito de guerra de los civiles armados.

El pasado 9 de diciembre Hipólito mandó un ultimátum al gobierno federal “para que ponga orden y regrese la paz a Tierra Caliente”. “Dándoles poder a los delincuentes no nos va a quedar otra alternativa que tomar las armas las armas otra vez todos los michoacanos. Lo que está pasando es exactamente lo pasaba antes del 24 de febrero: Extorsiones, secuestros, decapitados, emboscadas y muertos por todos los lados”.



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