Desplome petrolero malo para México en 2015 peor en 2016

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La caída de los precios internacionales del petróleo repercutirá en forma adversa en las finanzas públicas de México y la volatilidad del peso este año, pero el escenario más crítico para el país sobrevendrá en 2016 ante la falta de coberturas y el agotamiento del fondo de estabilización petrolera, advierten expertos financieros de Bank of América Merril Lynch, el Centro de Investigación y Docencia Económicas (Cide) y el Instituto Tecnológico Autónomo de México (Itam).

“Prevemos un efecto negativo pero menor sobre el crecimiento del Producto Interno Bruto”(PIB) este año, apunta el Economista en Jefe para México de Bank of America Merrill Lynch, Carlos Capistrán, en entrevista para El Punto Crítico.

“Las finanzas públicas están descubiertas en 2016, por lo que si los precios del petróleo continuaran bajos, el gobierno tendría que ajustar sus finanzas públicas. Desde nuestro punto de vista existen altas probabilidades de que, de ser necesario, el ajuste se diera por la vía de recortes al gasto”, indica.

Con Capistrán coincide el también economista Alejandro Villagómez, del Cide, quien hace ver que “es preocupante” la caída de los precios internacionales del petróleo, que en el caso de la cesta mexicana se colocó por debajo de los 40 dólares por barril, su peor cotización en poco más de cinco años.

“Es complicado, pero menos que en 2016”, admite Villagómez, quien recuerda que al menos una tercera parte de los ingresos fiscales del gobierno provienen del petróleo.

Villagómez matiza no obstante al señalar que las cobertura de 76 dólares por barril constituyen este año “una protección”, aun cuando ésta se pague al final del año. Además, refiere el respaldo del fondo de estabilización petrolera.

Villagómez admite sin embargo que los efectos del desplome “serán mayores” en 2016 debido a las dificultades para adquirir los seguros de cobertura que rigen este año. En 2016, “no será fácil la cobertura” y tampoco habrá el fondo de estabilización petrolera del que dispone México este año para contrarrestar la merma de ingresos petroleros, advierte.

A su vez, el economista Jorge Alonso Ortiz del Itam, reconoce que la caída petrolera también repercutirá entre los eventuales inversionistas en el contexto de la reforma energética. “Quien haya invertido en derivados del petróleo, perderá dinero. Es muy posible”, alertó.

Volatilidad del peso

Carlos Capistrán, añadió que el peso también podrá “permanecer con volatilidad mientras los precios del petróleo se estabilizan”, al tiempo que advierte que “las más afectadas creemos que serán las finanzas públicas pero no en este año, sino en el 2016 si es que los precios del petróleo se mantienen bajos”.

Sobre si la mejor forma de contrarrestar los efectos para México derivados de desplome petrolero radica en la reducción del gasto público, prevista por el titular de Hacienda, Luis Videgaray, el entrevistado considera que es positiva pero sólo “en el corto plazo” debido a que “hay que priorizar la estabilidad macroeconómica”.

Sin embargo, dijo Capistrán, “en el mediano plazo lo mejor es ampliar la base de contribuyentes y aumentar la recaudación que no depende del petróleo. Ello en adición de buscar avenidas para eficientar el gasto público”.

También, el experto, prevé un efecto negativo en el crecimiento económico, aunque en una proporción moderada, que colocará el crecimiento este año en torno al tres por ciento del PIB. Pero aun así “no estamos peor que en 2014”.

Señala a su vez, igualmente en coincidencia con Alejandro Villagómez, que el efecto inflacionario por la merma petrolera “será menor” debido por un lado a que “los precios de la gasolina en la frontera pueden seguir cayendo, pero por otro lado la depreciación del peso puede presionar un poco al alza los precios de las mercancías no alimentarias”.

En síntesis, señala Capistrán, el desplome petrolero afectará más “a las empresas del sector energético y a las finanzas públicas. Si bien en ambos casos el efecto se verá mitigado por la caída en el precio de las importaciones petroleras. Y en caso de las finanzas públicas, por ingresos no recurrentes” este año.

Cubiertas las finanzas

Capistrán también coincide con Villagómez en que este año “las finanzas públicas están cubiertas ante la caída del precio del petróleo ya que las coberturas y el fondo de estabilización proveerán los ingresos no recurrentes suficientes”.

A esto se añade, apuntan ambos economistas, en que el impuesto a la gasolina también ayudará porque aumenta conforme el precio internacional de la gasolina disminuye.

En su turno, Alonso apunta que la alternativa al desplome del precio petrolero sería “elevar la deuda y el déficit público”, que se sustentan en parte en el ingreso de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Alonso cree que “sería mejor financiar el déficit con deuda porque la proporción entre deuda y el PIB está por debajo del 50%”.

Concede que “en el mejor de los mundos sería fantástico reducir” a partir del gasto de la burocracia y el poder legislativo, pero admite que “no es tan fácil”.

En materia de inflación, Alonso dice que “no creo que la caída del petróleo vaya a afectar mucho, sobre todo si el Banco Central cumple su función de regular el peso ante el dólar”.

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