Desbandada en partidos por los conflictos internos

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A unas semanas de que comiencen las campañas por las elecciones de este año, el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido Acción Nacional (PAN) y el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) viven actualmente notorios conflictos internos, que han provocado salidas, renuncias y señalamientos contra el dirigente del partido.

En el caso del PRD, el senador Mario Delgado anunció su renuncia al partido.

Delgado dio a conocer una carta que envió desde finales del año al presidente nacional del PRD, Carlos Navarrete en el que le informa su decisión de abandonar ese partido. En la misiva el senador sostiene que “el camino que el PRD ha elegido no parece conducirlo a la ruta del desarrollo económico, la equidad y la justicia en el corto plazo, y el país ya no aguanta más, por ello en un acto de congruencia he decidido renunciar al PRD a partir de esta fecha”.

Delgado dijo que aunque ya no pertenece al PRD, seguirá formado parte de esa bancada porque el reglamento interno del Senado no permite a estas alturas la integración de una nueva bancada. Anunció que se afiliará a Morena.

Le siguió el destacado senador del PRD, Alejandro Encinas, que dejó al partido por profundas diferencias con la corriente conocida como “Los Chuchos”.

El dirigente del partido, Carlos Navarrete, se anticipó a cualquier anuncio de Encinas y se lanzó contra el senador: “Tu renuncia al PRD es la conclusión natural de tu alejamiento del partido y de las claras diferencias que mantienes en diversos temas. En realidad te vas del partido del que, desde hace tiempo, en los hechos, ya no participas”.

Al dar a conocer su renuncia, Encinas dijo que “He decidido separarme de las filas del PRD. Me voy sin rencor, asumiendo las responsabilidades. En el PRD dejo compañeros y compañeras entrañables. Otros me han planteado militar en otro partido, no se trata de dejar un partido para sumarme a otro con quien tengo identidad”.

El senador consideró que el capital político edificado en 25 años en el PRD ha sido dilapidado; se han impuesto prácticas de corrupción, clientelismo, fraude electoral, la compra de votos en sus procesos internos, la impunidad en la violación de sus propias normas, la malversación de los recursos públicos, el “moche” legislativo o el condicionar el empleo en los gobiernos que preside el partido al pago de un “diezmo” del trabajo de los trabajadores.

“Incluso –fustigó— se ha llegado al extremo de vender candidaturas y postular a delincuentes como sus candidatos”.

La salida de Encinas del PRD se suma a la renuncia al partido que presentó el fundador del mismo, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, en noviembre pasado. Este año, también ya dejaron de ser perredistas tanto el senador Mario Delgado como el ex secretario de Turismo del DF, Alejandro Rojas Díaz Durán.

Renuncia en Morena

Morena vive también sus propios conflictos. Por “diferencias insuperables con la dirección de facto”, el presidente del partido en el Distrito Federal, Eduardo Cervantes, presentó su renuncia al cargo.

Cervantes aseguró que su salida es “por dignidad” y “de manera definitiva”, según la carta que envió al Consejo de Morena, con copia a los principales líderes de su partido, entre ellos Andrés Manuel López Obrador, Martí Batres, Héctor Díaz Polanco, Bertha Elena Luján y Tomás Pliego, entre otros.

A través de su cuenta de Twitter, @Ed_CervantesD publicó: “Lo dicho: en el reino de la partidocracia #MORENA puede hacer la diferencia, pero necesita echar por la borda todas las prácticas viciadas”.

Rechazo a Madero

En el PAN la situación no es menos tensa. Senadores como Javier Lozano, Roberto Gil Zuarth y Javier Corral rechazan el regreso de Gustavo Madero a la dirigencia del partido, luego de que en septiembre pasado pidiera licencia para contender por una diputación plurinominal, la cual ya consiguió.

“Es muy cuestionable desde el punto de vista jurídico el que haya regresado Gustavo Madero, porque lo que dice el artículo 48, párrafo segundo, sobre las ausencias temporales, es que una ausencia de más de tres meses se considera definitiva, entonces estas licencias temporales ya no aplicarían. Y estamos valorando la impugnación, desde el punto de vista jurídico, no ético, porque ético ya vimos que no le importa a Gustavo Madero en lo absoluto, pero sí desde el punto de vista jurídico porque estaríamos violando los estatutos del partido con este retorno después de tres meses”, sostuvo Lozano.

“Hay una clarísima violación al estatuto, eso no lo podemos negar. Dice el estatuto que las ausencias temporales sólo pueden durar 3 meses. Cuando se supera el umbral de los 3 meses, se convierte en ausencia definitiva. Y en caso de ausencia definitiva, los estatutos son claros, se debe convocar a nueva elección. Existe la posibilidad de que algún militante de Acción Nacional pueda generar una impugnación, que esta impugnación sea recibida por el Tribunal Electoral, que sea admitida y que incluso llegue a un pronunciamiento en el cual nos ordene renovar la dirigencia nacional, en virtud de la ausencia definitiva, durante el propio proceso electoral”, dijo Gil Zuarth.

En tanto que el senador del PAN, Javier Corral, publicó una carta abierta dirigida a Madero: Su decisión de separarse de la jefatura nacional para obtener una diputación federal no se recibió entre el panismo con empatía. Se interpretó como una decisión que traicionó sus promesas de campaña en pos de la reelección. No admite otra lectura que un impulso irresponsable y desleal a la reforma estatutaria que los panistas acompañaron con la esperanza de que nuestras dinámicas internas cederían ante un orden estable y cierto. Es la deshonra de su propia palabra, la desmemoria de un compromiso, el provecho oportunista de sus silencios.

Usted se comprometió frente a los panistas a reorganizar al partido y conducirlo con mérito y dedicación. Con esa divisa pidió el voto y en ese entendido firmó su contrato social. Jamás dijo que abandonaría a su suerte al partido para garantizar la suerte propia. Nunca advirtió de cláusula alguna que lo liberase de las responsabilidades que pidió a los panistas. En ningún momento anticipó que sus obligaciones podían ser revocadas a la conveniencia de usted mismo.

Sí, es también un gesto inédito de egoísmo. El partido no es paraje para estar mientras se ilumina nuevo sendero. Nuestros fundadores nos enseñaron que el partido es la casa común desde la que se procura el bien y, por tanto, no es patrimonio de nadie. Por eso insistieron en que la generosidad era nuestro principio esencial de conducta: la disposición a dar antes que a recibir. Su decisión desnuda la idea que usted tiene del partido. Es una vuelta lamentable, como escribiría el joven Manuel Gómez Morin a su maestro José Vasconcelos, “a los procedimientos de agudo personalismo en lo que la organización se hace exclusivamente por un hombre y para un hombre…”, concluyó Corral.

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