A fin de mantener el equilibrio financiero, Petróleos Mexicanos (Pemex), aprobó un plan de ajuste presupuestal para 2015, que representa una reducción de 11.5 por ciento respecto al presupuesto programable autorizado por el Congreso, un ajuste 62
mil millones de pesos (cuatro mil 172 millones 600 mil dólares).
Lo anterior postergó la ejecución de las principales obras que tenían el propósito de mantener la capacidad de suministrar productos al mercado nacional, la reconfiguración de refinerías y proyectos de gasolinas y diésel limpios (ultra bajo azufre).
Igualmente se pidió a la administración convocar a los contratistas para renegociar los acuerdos firmados, ya que se suscribieron en condiciones de mercado distintas a las actuales.
También se estimó que la caída en los precios del petróleo podría obedecer a nuevas condiciones estructurales del mercado y mantenerse bajos durante meses o incluso años.