El grupo parlamentario del PRI no actuó por motivaciones político electoral, para alcanzar el acuerdo que crea el Sistema Nacional Anticorrupción, aseguró su coordinador, Manlio Fabio Beltrones Rivera, y afirmó que con esta ley “damos un serio
y severo golpe a la corrupción, porque los bienes mal habidos de funcionarios corruptos se convertirán en propiedad de la nación”.
En entrevista, el diputado Beltrones, detalló que dentro de los logros fue el fortalecer a la Auditoría Superior de la Federación (ASF), que ahora no tendrá que esperar a que concluya el ejercicio fiscal, sino que podrá actuar de inmediato por denuncias de casos graves de corrupción.
También presentará denuncias ante la Fiscalía Anticorrupción o iniciará procedimientos ante el Tribunal de Justicia Administrativa, según se trate de un delito o de una falta administrativa.
El Tribunal de Justicia Administrativa será una institución autónoma, dotada con la fuerza suficiente para imponer sanciones por faltas graves, tanto de funcionarios como de particulares.
Afirmó que con estas reformas se elevan de tres a siete años el periodo de prescripción de una falta o delito en casos de corrupción. “Así, junto con la actuación oportuna de la Auditoría Superior de la Federación, esta medida cierra la puerta de escape hacia la impunidad”.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Diputados, Silvano Aureoles Conejo, expresó su confianza en que los acuerdos construidos en San Lázaro para crear el Sistema Nacional Anticorrupción, continúen y se concrete una demanda general de la población.
“Aquí se construyó un gran acuerdo, que era mi gran aspiración: seguir siendo factor de unidad en la Cámara para que saliera este paquete de reformas”, dijo en declaraciones a la prensa poco antes del inicio de la sesión.
Por su parte, el coordinador del PAN, Ricardo Anaya Cortés, advirtió de manera categórica: “Lo digo con claridad, esta reforma llegó para quedarse y, aunque el camino va a ser largo, estoy convencido que a esta reforma ya nadie la detiene y que nadie lo intente, porque quien se atreva va a acabar literalmente atropellado por una sociedad harta de políticos corruptos”.
Anaya Cortés puntualizó que se observa un enorme nerviosismo por parte de muchos funcionarios del país, entorno a una reforma estructural que va en serio en el combate a la corrupción.