La situación era insostenible

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II DE II PARTES

Ayer dabamos cuenta de la “trayectoria” de Servando Gómez Martínez, “La Tuta”; último líder de “Los Templarios”, en esta segunda parte, diremos que en sus inicios en el narcotráfico fueron a principios del 2000 y no obstante estar plenamente identificado como delincuente, todavía en el 2010, cobró como docente en dicha escuela, 61 mil 596 pesos por el primer trimestre sin haber trabajado como maestro.

Los clases que impartía ya eran sobre cómo delinquir, y no a alumnos de primeria, sino a sicarios y narcotraficantes de “La Familia Michoacana”, de la que se dice, erróneamente, que fue el fundador.

El verdadero creador de “La Familia Michoacana” y después de “Los Caballeros Templarios”, fue un civil de nombre Carlos Alberto Rosales Mendoza, alias “El Tísico”, mete impuesto por su escuálida figura.

Rosales Mendoza estuvo preso en los Estados Unidos por delitos contra la salud. En ese tiempo se relacionó con sectas religiosas y nació en él un misticismo retorcido que imbuyó posteriormente a sus cómplices.

Al ser deportado a México, se incorporó al “Cártel de Golfo” y pronto se hizo indispensable en la organización criminal, a tal grado que encompadró con el líder Osiel Cárdenas Guillén y fue quien le propuso que coptara a los militares que los perseguían.

De esa manera, miembros desertores del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFES), se transformaron en “zetas” y con los conocimientos que les impartió el mismo estado, convirtieron a dicha cártel en el más poderoso del país.

Tras la captura de Osiel Cárdenas Guillén, el 14 de marzo de 2003, comienza la desbandada del grupo y “Los Zetas” desertan también para convertirse en otro cártel, uno de los más sanguinarios y violentos.

Junto con los que abandonan el Cártel del Golfo, figuran Rosales Mendoza, quien ya había infundido su torcida religiosidad en media docena de sus hombres.

Nazario Moreno González, “El Chayo”; José de Jesús “El Chango” Méndez Vargas; Dionisio Loya Plancarte, “El Tío NIcho”; Arnoldo Medina Rueda, “El Minsa”; Enrique Plancarte Solís, “El Kike Plancarte” y Servando Martínez González, “La Tuta” o “El Profe”, formaban su camarilla.

La posición de los arriba citados no era circunstancial, justo en ese orden ocupaban el lugar que les correspondía de acuerdo a su importancia.

De esa manera nace lo que primero se conoció como “La Empresa”, que más tarde sería “La Familia” y años después “Los Templarios”, como resultado de las capturas o abatimientos de sus integrantes.

La detención de Rosales Mendoza, en 2004, quien, según confesó, iba a rescatar a sangre y fuego a su compadre Osiel, dinamitando el penal de Almoloya de Juárez; la muerte real de “El Chayo”, al que “mataron” dos veces; la de “El Kike” y las aprehensiones de “La Minsa”, “El Chango” y “El Tío Nicho”, hicieron que “La Tuta” llegara a líder máximo de la organización, pero simplemente porque ya no había más jefes.

Ya al frente del grupo, dio rienda suelta a su agresividad y, supersticioso al fin, adicto a la lectura del tarot, cuando el chamán le advertía, a través de las cartas, de una posible traición, solucionaba de inmediato el problema: mandaba matar a quien le dijeron que lo podría traicionar.

“Los Templarios”, grupo con tintes pseudo-religiosos llegó a controlar todo el estado de Michoacán, incluso las actividades políticas y económicas.

Creó lo que se dio en llamar “La Tutoteca”, conformada por cientos de videos en los que Servando Gómez Martínez delataba a sus cómplices, con la que causó verdaderos estragos no sólo en la clase política sino en diferentes ámbitos en los que exhibió a diversos personajes.

Su reinado permaneció impune durante más de una década, pese a las ofensivas de las autoridades y sólo empezó a verse afectado cuando nacieron los grupos de autodefensa que propiciaron la captura o el abatimiento de miembros del grupo.

Tres de sus hijos fueron detenidos por llevar armas, dinero cobrado de extorsiones y droga y uno de sus hermanos se suicidó al verse copado por la policía

El viernes 19 de septiembre de 2014, Aquiles Gómez Martínez, hermano de “La Tuta” y principal lavador de dinero se mat5ó de un tiro en la cabeza cuando estaba rodeado por la policía.

Huber Gómez Patiño, fue detenido el 21 de junio, en Arteaga, Michoacán; Alejandra Sayonara, fue capturada en el Estado de México; Luis Servando fue aprehendido el 28 de enero de 2009, en Arteaga, Michoacán y el 5 de marzo de 2014, fue preso Luis Alfredo Aguilera Esquivel, “El Pelón”; hijo de "La Tuta" a quien el capo no reconoció.

Ana Patiño López, ex esposa de Servando, fue detenida en octubre de 2014 en Michoacán, llevaba más de 205 mil pesos en efectivo que ofreció a los policías para evitar ser detenida.

También se casó con Isabel Margarita Vieyra Avalos, con la que tuvo tres hijos; Bolívar Gómez Vieyra, Narez Gómez Vieyra y Yanel Gómez Vieyra.

Lourdes Medina Hernández, detenida por la Policía Federal el 29 de julio de 2009, confesó ser pareja sentimental de Servando con quien planeaba casarse en enero de 2010.

Cinco corridos dan cuenta de las actividades criminales de “La Tuta”:

“Corrido del profe”, Banda Junior’s; “El maestro la Tuta”, El Porteño de Sinaloa; “Corrido de la Tuta”, Los Originales de San Juan; “Corrido de la Tuta”, Los 4 de Durango y “El corrido de la Tuta”, El porteño de Sinaloa, en los que se hace toda una apología de la trayectoria criminal del capo.  

Entre los personajes exhibidos por “La Tuta” y caídos en desgracia, figuran:

La alcaldesa de Pátzcuaro, Salma Karrum; el de Lázaro Cárdenas, Arquímides Oseguera y su tesorero Omar Soto Gil; la alcalde de Huetamo, Dalia Santana, Rodrigo Vallejo Mora, hijo del ex gobernador Fausto Vallejo; el ex secretario de gobierno y gobernador interino de Michoacán, Jesús Reyna García; el líder de transportistas José Martínez Pasalagua; los periodistas Eliseo Caballero Ramírez, corresponsal de Televisa y José Luis Díaz Pérez, director de la agencia de noticias Esquema.

Su poder corruptor llegó a tal nivel, que a raíz de los videos de su “Tutoteca” y las investigaciones del caso, a la fecha han sido cesadas 274 personas, muchas de ellas encarceladas.

Sin embargo y pese al encarcelamiento de “La Tuta”, para el sacerdote católico de Apatzingán, Gregorio López, no es suficiente su captura para garantizar la tranquilidad de los michoacanos.

El “Padre Goyo” dijo que faltan por detener muchos integrantes del grupo criminal que operan de manera impune no sólo en Michoacán, sino en Querétaro e incluso se aventuró al señalar que Enrique ‘El Kike’ Plancarte Solís, cuyo abatimiento reportaron las autoridades federales, “sigue vivo y mantiene el control en la Tierra Caliente”.

José Antonio González, "El Pepe"; Ignacio Andrade Rentería, “El Macho” o “El Cenizo”; Jorge Luis Valencia Arzate, “El Chuky”; Nicandro Barrera Medrano, “El Nica”; Héctor Gerardo Guzmán, “El Güero” y Genaro Orozco Flores, son algunos de nombres que aún se barajan dentro del referido grupo.

A finales de 2011 Los Templarios operaban solamente en Michoacán, Estado de México, Jalisco y Morelos, pero en la actualidad han sido ubicados en Baja California, Tamaulipas, Nayarit, Guanajuato, Colima, Querétaro, Chiapas y una parte de Hidalgo.

Cobro de piso, secuestro, trasiego de estupefacientes, robo de autos, venta de armas, secuestro, extorsión a negocios ilegales y legales, extorsión a empresarios en todos los ramos, trata de personas, piratería y cuotas a funcionarios son los delitos más comunes que aún siguen cometiendo.

 

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