Fracasan Centros de Readaptación Social

pol penales

Con una población superior a los 250 internos, más de 400 penales estatales y municipales del país, en los que se planean y ordenan más del 75 por ciento de los delitos que se registran en el “mundo exterior”, se han convertido en “auténticas bombas de tiempo”, las que “en cualquier momento podrían estallar, con resultados fatales”, como ha ocurrido en diversas cárceles del interior del país, coinciden en señalar académicos de la Universidad Autónoma Nacional de México.


“En la gran mayoría de los pomposamente llamados Centros de Readaptación Social se han instaurado autogobiernos, conformados por narcotraficantes, secuestradores, violadores y homicidas, quienes tienen sometidos, por medio de la violencia, a miles de reos”, explicó Francisco Ruiz, experto en el tema.
Agregó que “es un hecho irrefutable que la mayoría de los más de 400 penales instalados a lo largo y ancho del territorio nacional son verdaderas universidades del crimen, donde se gradúan quienes al recuperar su libertad se incorporarán a las principales empresas de la delincuencia organizada o bien formarán su propias bandas, sobre todo las dedicadas a la extorsión y el secuestro, ramificaciones de la delincuencia que dominarán por complejo, ya que para ello se preparan durante los años que dura su cautiverio”.
De acuerdo con especialistas en readaptación social, aseguraron que mediante el uso de la violencia, fuerza extrema, la amenaza, extorsión, indiferencia e incluso complicidad por parte de algunas autoridades penitenciarias, no menos del 90 por ciento de los penales cuentan con autogobiernos, los que son dirigidos por emisarios de los grandes cárteles de la droga, quienes, apoyados por secuestradores, homicidas, violadores, asaltantes y otros peligrosos delincuentes, mantienen bajo control a miles de presos, a quienes cobran por visita íntima, protección y pase de lista, entre otros servicios.
A manera de ejemplo de la violencia que se registra en la mayoría de los penales a nivel nacional, con base en revelaciones de personal y reos de los Centros de Readaptación Social del Distrito Federal, únicamente en el Reclusorio Preventivo Norte se han registrado varias ejecuciones por grupos que se disputan el control del trasiego de droga, alcohol y sexo, hechos que son cometidos con armas blancas, las que son fabricadas en la misma prisión, con artículos que son ingresados por los “camiones” –mujeres-- con con cucharas, tenedores y varillas, por citar algunos objetos, los que son altamente condicionados en la cárcel.

Las estadísticas
Situaciones similares se registran en cárceles de Tamaulipas, Zacatecas, Nuevo León, penalistas consideraron que la readaptación social en la mayoría de las cárceles de las 32 entidades federativas es utopía y que las mismas son “centros de explotación y vejaciones, en los que quienes se encuentran privados de su libertad se contaminan y aprender todas las modalidades de la delincuencia, además de exponer sus existencias si no acceden a la exigencias de los miembros de la delincuencia organizada, como lo acredita el hecho de que se han registrado decenas de muertes en el interior de esos infiernos, en los que resulta imperativo e incluso urgente, una depuración, una reestructuración a fondo y proceder penalmente contra quienes resultan responsables de los lamentables hechos”.
De acuerdo a informes de autoridades policiales federales, son “Los Zetas” quienes dirigen la mayoría de los autogobiernos en los más de 400 penales del país, mediante los cuales han planeado las fugas que durante los últimos años, entre las que destacan las ocurridas en Zacatecas, donde del penal de Cieneguillas, se evadieron más de 50 criminales, la mayoría de ellos calificados como sumamente peligrosos.
Sólo se ha logrado la ubicación y reaprehensión de algunos de ellos. “Son los narcotraficantes, quienes desde el interior de los penales continúan operando para los Cárteles del Golfo, Zetas, Pacífico, Milenio, Familia Michoacana, Caballeros Templarios, Tijuana y Sinaloa, quienes ordenen a quienes hay que proteger o bien extorsionar y explotar e incluso egresar ilegalmente de los penales, en los que controlan la distribución de drogas y bebidas embriagantes, la prostitución y el comercio de todo tipo de artículos”, explicaron. No se puede omitir que los grandes, poderosos y peligrosos delincuentes tienen comprados a custodios, directivos y empleados de los penales estatales y municipales, en los se encuentran confinados unos 250 mil reos, la mayoría de ellos del fuero común, más no por ello menos peligrosos o violentos que los del fuero federal, entre los que destacan los narcos.

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