Femsa, cierra en Guerrero por violencia

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Media docena de empresas trasnacionales como Empresas como Coca-Cola y Volkswagen han cerrado sus puertas en la ciudad de Iguala debido al clima de violencia e inseguridad que priva desde el pasado 26 de septiembre, cuando desaparecieron los 43 normalistas de Ayotzinapa, denunciaron líderes empresariales de Guerrero.


El presidente de los empresarios de Iguala, Zacarías Rodríguez Cabrera, informó que la empresa Yoli de Acapulco —distribuidora de la empresa Coca-Cola—, anteriormente tenía aquí una embotelladora, pero ahora sólo tiene un almacén, lo cual significa menos empleos.
El presidente de Canaco-Servytur, señaló que Volkswagen también cerró sus puertas, lo mismo que la automotriz SEAT, lo cual es “un asunto grave, pues las empresas importantes se han retirado del lugar”. Otra empresa La Cantera, que exportaba 90 por ciento de su producción a los Estados Unidos, también huyó de la ciudad, lo que significó la pérdida de unos 100 empleos.
En materia turística, las cadenas hoteleras como Holiday Inn, Crown Plaza, Cristal, Posada han incrementado  300 por ciento la  contratación de elementos de seguridad para continuar operando en Guerrero, principalmente en Ixtapa, Zihuatanejo y Acapulco.
Incluso la rectoría de la Universidad Autónoma de Guerrero, ha denunciado la desaparición de media docena de alumnos y profesores, ya que la entidad vive una ola de secuestros y extorsiones.    

Ola de inseguridad  
De acuerdo con cálculos de la  Canaco las ventas han disminuido entre 30 y 40 por ciento en Iguala. En tanto el Consejo Coordinador Empresarial señaló que la seguridad ya se restableció en Iguala con más elementos castrenses y espera que con la llegada de un nuevo presidente municipal y un nuevo gobierno estatal, las cosas cambien, pero las cosas no tienden a mejorar .
Además la refresquera Fomento Económico Mexicana SAB de CV (Femsa) cerró  su tercer centro de operación en el estado de Guerrero. La medida coincidió con el aumento de violencia que se ha presentado en la entidad en los últimos meses.
Aún si superar la tragedia por los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, la entidad ha vivido desde el pasado fin de semana una nueva oleada de violencia, que incluyó secuestros, asesinatos y el hallazgo de nuevas fosas clandestinas con cadáveres.
En ese contexto, el lunes 22 de junio la compañía confirmó que en mayo suspendió definitivamente un centro de distribución en el municipio de Arcelia, debido al clima de inseguridad en la región. Sin embargo, desde julio del año pasado, la planta había cerrado sus actividades debido a amenazas y extorsiones por parte del crimen organizado.
En un comunicado de septiembre de 2014, la empresa afirmó que impulsa la economía de México con más de 163 mil empleos directos en el país. Ayer, con la noticia del cierre más de 120 trabajadores, entre ellos algunos con más de 20 años de antigüedad, fueron liquidados. Y antier, a la noticia del retiro de las marcas del consorcio de la ciudad de Iguala, también se informó del despido de 600 empleados.
Durante 2014, Femsa obtuvo ingresos por 263 millones 449 pesos. Actualmente, tiene presencia en 10 países con 64 plantas en operación. De acuerdo con su reporte  anual Sostenibilidad 2014, la compañía mexicana tiene 216 mil 740 trabajadores.
Un reciente ranqueo publicado por la revista Forbes, la situó como la mayor empleadora del país, por arriba de Walmart y Grupo Carso, incluidas sus subsidiarias Telmex y Telcel.
A finales de julio de 2014, la planta paró sus actividades por las constantes amenazas y extorsiones del crimen organizado a sus trabajadores. Inclusive en ese tiempo cuatro de sus camiones fueron retenidos e incendiados por sujetos armados.
La Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE) había iniciado las investigaciones correspondientes por el delito de daños, en agravio de la empresa embotelladora en Arcelia.
El 4 de agosto de ese año, la delincuencia organizada les capturó cinco camiones y aparecieron quemados. Desde ese momento la empresa cerró sus actividades e incluso cualquier tipo de distribución.
Apenas en febrero pasado Coca-Cola Femsa suspendió su servicio por cinco días en el municipio de Chilpancingo, después de que el gerente y subgerente de la empresa fueron retenidos por integrantes del Frente Unido de Normales Públicas del Estado de Guerrero (FUNPEG).
Los sujetos que retuvieron a los empleados exigían que la empresa retirara una demanda interpuesta contra tres alumnos a los que acusaba de haber robado uno de sus camiones repartidores.
Durante el hecho, policías se enfrentaron con los manifestantes frente a las instalaciones de la planta, con un saldo de al menos 10 heridos.
La presión terminó cuando el gerente de la empresa ordenó el retiro de la denuncia por la que los tres estudiantes permanecían detenidos.
En la zona de Tierra Caliente, pero en el municipio de Iguala, una planta de Coca-Cola también cerró sus puertas debido al clima de violencia e inseguridad que se vive en el lugar.

De acuerdo con la organización México Evalúa Centro de Análisis y Política Públicas, en el ámbito de seguridad pública sólo el 18.9 por ciento de la población se sentía segura, mientras a nivel el porcentaje fue de 24.9 en 2014.
En su más reciente informe, previo a las elecciones del 7 de junio, la organización señaló que la entidad se ubicaba entonces en el octavo lugar de los estados con menor percepción de seguridad.
Dijo que si bien la tasa de homicidios dolosos ha ido a la baja en los últimos años, históricamente ésta ha sido y sigue siendo muy alta en comparación con la mayoría de los estados de la República Mexicana. Entre 2011 y 2014 representó cada año el triple que el promedio a nivel nacional. En 2011, se registraron en Guerrero 62.1 homicidios por cada 100 mil habitantes, mientras que a nivel nacional la tasa fue de 19.8 y para 2014, se registraron 42.7 homicidios por cada 100 mil habitantes en Guerrero, en contraste con los 13.1 a nivel nacional.
Durante el año pasado y los primeros meses del presente, Femsa sufrió de este clima de inseguridad: A finales de julio de 2014, la empresa había cerrado sus actividades debido a amenazas y extorsiones por parte del crimen a sus trabajadores en julio del año pasado.
Posteriormente, el 4 de agosto de ese año, la delincuencia organizada les capturó cinco camiones y aparecieron quemados. Desde ese momento la empresa cerró sus actividades e incluso cualquier tipo de distribución.
Y en febrero pasado, Coca-Cola Femsa suspendió su servicio alrededor de cinco días también en el municipio de Chilpancingo, después de que el gerente y subgerente de la empresa fueran retenidos por integrantes del Frente Unido de Normales Públicas del Estado de Guerrero (Funpeg).
Pero también en la zona de Tierra Caliente, en el municipio de Iguala, una planta de Coca-Cola optó por cerrar sus puertas debido al clima de violencia e inseguridad que envuelve al lugar.

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