A partir del próximo 1 de abril los gasolineros podrán importar gasolina de cualquier empresa productora, además de que cualquier persona física que cuente con los permisos necesarios podrá ingresar al mercado de venta se gasolina, por lo que los gasolineros mexicanos verán una mayor competencia, de acuerdo con la Secretaria de Hacienda.
Sin embargo "el problema es que no está preparado el mercado mexicano para adaptarse en forma rápida, no tenemos una red de distribución actualizada y tenemos una logística que dependía de Pemex, que carece de rapidez para llevar lo combustibles a las estaciones de servicio", dijo el analista Ramsés Pech en entrevista con Eduardo Ramos Fusther para el programa El Punto Crítico que se trasmite por Radio Fórmula.
El también consultor de Caraiva y Asociados, explicó que los precios de los energéticos dependerá del valor de importación de la gasolina, y será clave quién estará a cargo de la respectiva regulación; ya que dijo, el costo de las gasolinas está conformado por tres grupos, el importado o el productor que en este caso por lo pronto se dará hasta el primero de abril; en segundo lugar, las estaciones de servicio que son las que imponen la distribución de estos combustibles y tercero los impuestos que están en la ley de ingresos.
Este último al que se le denomina Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS), representa del 40% al 45% de los ingresos tributarios, siendo que en otros países está entre el 15% y el 25 %. “Cabe destacar es muy importante ahorita tener en cuenta que se están produciendo al cierre de 2015, 380 mil barriles en las refinerías y estamos consumiendo 160 mil es decir el 56% de lo que se consume en México es importado”, agregó Pech Razo.
No obstante, con la gasolina diésel al cierre de 2015 se estaban produciendo 295 mil barriles y sólo se importaron 116 mil para un total de 411 mil barriles consumidos, lo cual reveló un incremento del consumo de combustible entre el 6% y 8%. El especialista en temas de energía mencionó un par de proyecciones para 2026, donde prevé que el consumo promedio será 1.4 a 1.5 millones de barriles diarios de gasolina y de diésel entre 800 y 900 mil barriles.
En tanto, las refinerías actuales no cubrirían la demanda existente para ese periodo y tendrían que cobijarse de las refinerías o de los importadores como se va a dar en el mes de abril.
¿Cuál sería el costo correcto?
La referencia de 23 dólares para la extracción y explotación de un barril es correcta. Del mismo modo, la afirmación de Pemex acerca de que el costo de producción es de 10 dólares por barril es cierta.
La diferencia, explica Ramsés Pech, está en que, en un caso, se considera únicamente el costo de producción, sin embargo, al incluir los costos de exploración y desarrollo, así como el pago de derechos e impuestos, la rentabilidad disminuye.
“Es importante aclarar que el costo total de un barril de petróleo equivalente contempla el gas, condensados y crudo. Este costo total está compuesto por los costos de producción y los costos de exploración y desarrollo”, señala.
En el caso de los costos de producción, se refieren a la puesta en marcha, mantenimiento y administración de hidrocarburos en superficie, además de los salarios operativos y administrativos para realizar esta actividad.
En tanto, el costo de exploración y desarrollo incluye la perforación y terminación de pozos nuevos, las instalaciones nuevas petroleras y lo ductos para poder llegar a los centros de transformación o venta de los hidrocarburos, además de la depreciación de los activos fijos y amortizaciones de gasto de capitalización de los pozos.
Por ejemplo: en septiembre de 2015, el costo de producción de petróleo equivalente fue de 7.91 dólares por barril, mientras que el costo de exploración y desarrollo fue de 14.35 dólares. El costo total fue entonces de 22.29 dólares por barril. Hasta ahí, Pemex resulta una compañía rentable y eficiente, pero las cosas cambian cuando se añade una variable a la ecuación: la carga tributaria.
Ramses Pech afirma que la carga tributaria por impuesto y pago de derechos alcanza entre 60 y 70% del precio por barril equivalente, el nivel varía según el tipo de hidrocarburos de acuerdo a la fórmula que está plasmada en la Ley de Hidrocarburos vigente.
“Si comparamos sólo con el costo de producción o sólo con el costo de exploración y desarrollo, el resultado arrojará que Pemex es rentable; sin embargo, al comparar el precio de venta con el costo total, se pierde cualquier rentabilidad, esto acelera y aumenta el riesgo de colapso en la compañía”, advierte el experto.
Cabe recordar que el gobierno federal adelantó el proceso de importación de combustibles para el próximo 1 de abril en lugar de enero de 2017, con lo que pretende preparar al mercado para su liberalización en 2018, según Eduardo Camero, el titular de la unidad de política de ingresos no tributarios de la Secretaría de Hacienda.
Además, con esta medida las autoridades buscar ir contra el desabasto que se ha generado en algunas zonas del país, como consecuencia de que la producción de las refinerías en México se ha mantenido en 380,000 barriles diarios.
La importación de gasolinas permitirá que el vendedor final tenga un margen de 1.70 pesos por litro para cubrir sus costos variables, explicó Camero.
Sin embargo, aclaró que el consumidor no verá esta reducción en el corto plazo, ya que los precios finales deberán considera factores como infraestructura, distribución y zona geográfica.
"Ese margen dependerá si la gasolina es para la frontera, si es para venta en puntos mas difíciles, si está cerca de puertos, en el centro del país, pero ese es el espacio que tenemos en la fórmula para cubrir todas las actividades, es el margen potencial para que disminuyan los precios”, dijo el funcionario en una reunión con medios de comunicación.
“No estoy diciendo que esperamos que disminuya 1.70 ahora o en el mediano plazo, un porcentaje de eso es el margen que tienes para que las empresas sean más eficientes o por alguna estrategia comercial puedan renunciar a su ganancia", agregó.
Con las nuevas reglas, las gasolineras pueden optar por marcas diferentes a Pemex, además de que ahora pueden operar una serie de negocios periféricos que hasta 2015 Pemex tenía limitados en las estaciones de servicio.
Camero recordó que durante 2016 y 2017 los precios de los combustibles operarán en una banda de fluctuación con un precio máximo y mínimo que se determina cada mes, para liberalizarlo completamente en 2018, pero con un impuesto fijo. Hacienda aclaró que el régimen fiscal será el mismo tanto para privados como para Pemex.
Aunque Camero aclaró que por el momento es difícil dar una estimación de hasta cuánto puede bajar el precio, debido a que ha sido un mercado cerrado por mucho tiempo. Los agentes que participan saben que si ponen precios más altos pierden mercado.
HACIENDA RECHAZA AFECTACIÓN
La Secretaría de Hacienda rechazó que los ingresos públicos se vean afectados por el adelanto de las importaciones de gasolinas por parte de terceros, pues en lugar de esperar hasta 2017, se podrán realizar a partir del próximo 1 de abril, cuando se den los permisos para esta actividad.
El titular de la Unidad de Política de Ingresos no Tributarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Eduardo Camero, negó que la medida tenga fines recaudatorios.
Lo que se busca, explicó, es adelantar los beneficios de la reforma energética y preparar al mercado para la liberación del precio de las gasolinas en 2018.
"El marco fiscal y de precios no se modifica o se ve afectado por el anuncio, esto quiere decir que ya sea Pemex o un tercero el que importe o venda en las estaciones de servicio va a pagar exactamente el mismo monto del impuesto y estará sujeto a la misma regulación de precios máximos", explicó en una reunión con representantes de medios.
Lo que espera con esto es que en la medida en que entren distribuidores o importadores más eficientes, "irán bajando los precios" de gasolinas y diesel, sobre todo en ciertas zonas, pero ese es un efecto que se observará gradualmente, insistió.
"El objetivo de adelantar las importaciones es generar condiciones de competencia lo antes posible para los consumidores.
“Primero, es para proveer de certeza a los inversionistas que quieran entrar al sector; y dos, adelantar los beneficios de la reforma energética, pero no tiene ningún componente regulatorio ni tampoco por la evolución de los mercados externos del crudo o las gasolinas", puntualizó el funcionario.
Aseguró que el adelanto de la fecha en que se permiten las importaciones de gasolinas "es plenamente consistente con el esquema que está vigente de precios y de impuestos".
El funcionario de la Secretaría de Hacienda insistió en que es importante adelantar las importaciones para cuando se libere el precio del petróleo en 2018, a fin de que el mercado tenga ya características de competencia que reflejen precios competitivos.
Refirió que la reforma energética preveía que el otorgamiento de permisos para la importación de gasolinas para terceros fuera a más tardar hasta 2017, sin embargo, la Secretaría de Energía consultó a la Comisión de Competencia sobre si existían impedimentos para adelantarlo y fue considerada una medida para fomentar la competencia.
Confió en que derivado de esta medida se incremente el número de estaciones de servicio que hay en el país, que rondan los 11 mil puntos, pues en países como España o Estados Unidos hay dos o tres veces más estaciones, por lo que se espera que "aumente considerablemente" el número que hay en México.
Con la presencia de más jugadores en el mercado, "Pemex va a tener que competir", manifestó el funcionario, quien aseguró que "no hay ningún preferente" ni para la petrolera mexicana ni para algún tercero; "Pemex tendrá que pelear por esos puntos ofreciendo mejores condiciones".
Camero añadió que tener muchos más actores será benéfico también en materia de seguridad, porque habrá más participantes y especialistas vigilando los ductos que transportan las gasolinas, lo que podría disminuir el robo del combustible.