Hacer política en un país como este es una ínsula de placer por todo lo que conlleva cuando se entra al universo sagrado de lo que algunos denominan “"Las Grandes Ligas”. Y no es que los políticos de este país sean como las vacas sagradas de antaño, pero por lo que muchos observamos no se requiere un enorme despliegue de brillantez e inteligencia para hacer política. Y no quisiera entrar en esa trillada forma de denostación que en muchas ocasiones se aplica a los políticos, pero hasta ahora se han quedado rezagados en cuanto a resultados, y muy avanzados en lo que corresponde a la obtención de beneficios personales.
Sin lugar a dudas las política doméstica presenta particularidades que solamente ocurren en México. “"Llevar agua a su molino” es una práctica recurrente entre nuestros representantes populares, y más cuando de combatir al adversario se trata. Quizá por eso es que muchos hablan mal de la política cuando debiera ser una de las profesiones más nobles en función de lo que representa. Marko Cortes, el coordinador de los diputados panistas, hace mucho tiempo que anda más ocupado en aparecer en los medios de comunicación que en realizar su trabajo como legislador. Ahora se unió al perredista Javier Nava Palacios para anunciar que México necesita soluciones para volver a crecer, y propusieron que las autoridades hacendarias y los diputados se sienten a analizar de manera conjunta la circunstancia de la economía del país.
Desconozco si alguien les haya dicho alguna vez que el diseño y el rumbo de la política económica es potestad exclusiva del Ejecutivo, así como el diseño del presupuesto de egresos de la Federación de los diputados. Como dicen por ahí, “"cada harina en su costal”, pero las ansias locas de aparecer como paladín de los empobrecidos mexicanos los trae un poco extraviados. Si el Gobierno Federal propone un recorte de 175 mil millones de pesos para el siguiente año, es parte de esa responsabilidad que le otorga la Constitución en la aplicación del gasto público, porque forma parte de la política económica. El señor Nava va más allá y clama a los cuatro vientos un “"ya basta” y llama a sentarse conjuntamente para tomar decisiones. ¿Sabrá el señor diputado que lo que pide es la violación de esa Carta Magna que juró cumplir y hacer cumplir?
No sé si ambos personajes se habrán enterado que el año pasado México tuvo un crecimiento mayor al obtenido en los últimos treinta años, y que por primera vez los ingresos del campo superaron a los petroleros, o que la planta del empleo sigue a la alta. Pretender aprovechar la desmemoria de los mexicanos, y su poco o nulo conocimiento de los procesos de la economía, habla de que entienden su papel de opositores construyendo presuntas verdades a partir de rotundas mentiras. Por desgracia esa es la estatura de nuestros políticos. Por eso estamos como estamos. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.