El presidente nacional del PRD, Agustín Basave presentó su renuncia con carácter irrevocable, la cual será efectiva a partir del próximo 2 de julio, al titular del Consejo Nacional de ese partido, Ángel Ávila.
Los argumentos que declaró al renunciar dijo que son por lo difícil que resulta dirigir al instituto político por sus problemas de gobernabilidad y señaló que las corrientes actúan en más de un sentido, como si cada una de ellas fuera un partido político.
Agustín Basave, dijo que la estructura interna y la cultura política obstaculizaron su presidencia “al grado de que antes de cumplir dos meses en el cargo tuve que poner mi renuncia sobre la mesa para afianzar mi autoridad y sacar adelante las alianzas que consideré y considero indispensables para derrotar al PRI y crear buenos gobiernos para los mexicanos”.
Afirmó que hay un desgaste de su dirigencia que no puede revertirse y en ese contexto “es imposible llevar a cabo acciones vitales que puse como condición ante quienes me propusieron convertirme en presidente del partido”.
Agustín Basave, no está en la disposición a afiliarse a una corriente ni a formar parte de un bloque y dado que la gobernabilidad en el partido, por lo que ha decidido renunciar a la presidencia del CEN del PRD, a partir del próximo 2 de julio.
En su carta de renuncia, Basave señaló que no está en condiciones de construir un acuerdo cupular y mayoritario para el cambio de dirigente.
En conferencia de prensa, indicó que regresará a la Cámara de diputados y aseguró que no renunciará al partido.
Basave criticó al coordinador de Nueva Izquierda, Jesús Ortega, haber roto el acuerdo de dejarle a él anunciar su decisión de dejar la presidencia del partido el 2 de julio, "lo lamento muchísimo, porque cualquier presidente tiene el derecho de decir cómo y cuándo anunciar su renuncia".
Aunque su renuncia la ve como una reacción para que el partido detone la voluntad de cambio que necesita, a fin de permitir que el partido pueda convertirse en la fuerza que gobierne al país.
Aunque la decisión estaba pensada desde antes de las elecciones “por las dificultades que teníamos para alcanzar acuerdos y el estrechísimo margen de maniobra que tenía para construir”.
En cuanto al conflicto interno del PRD, dijo que "es muy importante que el partido recapacite y disminuya la dosis de conflicto interno... se necesita negociar y salir del atolladero, pero lo malo es que nos hemos acostumbrado a ingerir una enorme dosis de conflicto, que escala demasiado".