La Iglesia Católica a través del sacerdote Hugo Valdemar Romero, director de Comunicación Social de la Arquidiócesis rechazó que su agrupación religiosa sea homofóbica, sólo por estar en contra de los matrimonios homosexuales, por lo que negó que todo disenso de opiniones sea “odio”.
En su publicación Desde la Fe, que circuló ayer domingo y en su página web, el Arzobispado católico defendió su posición contra los matrimonios de personas del mismo sexo y subrayó: “defender a la familia no es homofobia”.
Cuestionó que se considere “lenguaje de odio” toda opinión contraria al “matrimonio igualitario”.
El padre Hugo Valdemar en una entrevista dirigida a la grey católica reviró: “si asumimos esa lógica, toda opinión que emita una persona en contra de otra, es odio; toda oposición es odio; todo desacuerdo es odio”.
Y contratacó a los que señalan a la iglesia, “más bien lo que tienen estas personas es ‘cristianofobia’, un odio a Cristo, a su Iglesia, a la Biblia, y a todo aquel que se diga cristiano, sea católico o protestante”.
Para el vocero del Episcopado existe una campaña para marginar a la Iglesia de la vida pública, además criticó a los que manejan el discurso del “genero”, del que dijo: “no se sostiene en la razón. Este sí que es un pensamiento débil, líquido, carente de raciocinio, de ética, y dominado por el sentimiento. ´Si se aman, ¿qué tiene de malo?´ Es el argumento máximo de quién se cierra a la razón”.
En la publicación a Desde la Fe, Hugo Valdemar, reiteró que la Iglesia ama a las personas homosexuales y busca su “integración a la Iglesia” y emitió una condena a aquellos que discriminan o buscan quitarle la vida a los que tienen preferencias sexuales hacia sus mismo sexo.
Por otra parte, culpó al “lobby gay” y a sus defensores (líderes de opinión) querer vincular a los crímenes de odio con la doctrina cristiana.
Finalmente, Hugo Valdemar señaló, “tan cobarde e injusto es matar inocentes –como fueron las 50 personas asesinadas en Orlando por un joven desquiciado–, como cobarde e injusto es culpar a inocentes de crímenes que no cometieron; en este caso, los inocentes somos los cristianos, la Iglesia Católica, que no tiene absolutamente nada que ver con un crimen de odio cometido por una persona fanática”.