El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano Grijalva, exhortó al gobierno federal a cumplir con la palabra empeñada desde mayo pasado, e incrementar el salario mínimo.
Lo emplazó igualmente, a hacer uso de la imaginación, el talento y la seriedad que la medida amerita y elevarlo a 89 pesos diarios, sin recurrir a pretextos que aplacen más la disposición, pues advirtió que se debe atender esta problemática, para que no se sume a otras dificultades con las que se pongan en riesgo la estabilidad social y económica del país.
Reiteró que, de acuerdo con los especialistas en el tema, el problema de no llegar a cubrir siquiera las necesidades más básicas, propicia injusticia y desigualdad, que se refleja no sólo en la violencia organizada, sino en el tejido social cuando la gente encuentra que no logra el mínimo necesario para sostener a sus familias y esto ocurre en 40 de cada cien connacionales.
En este sentido, reiteró las advertencias de la IP que –a través del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP)- ha expuesto que “en los últimos años se observa una tendencia hacia la concentración de los empleos en los niveles salariales más bajos y ello pone en riesgo también la permanencia de la dinámica del consumo, reduciendo a su vez la posibilidad de un mayor ritmo de avance de la economía en los próximos años, por lo cual es necesario fortalecer la inversión como la principal fuente de generación de empleos de calidad y la mejor manera de reducir la pobreza.
Zambrano Grijalva aseguró que ahora que nuestro país ocupa la presidencia del Grupo Gubernamental de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se tiene una gran oportunidad para demostrar sus competencias, aprovechar esta posición y no dejarla sólo como un membrete.
Enfatizó que estando al frente del conjunto de la OIT, nuestro gobierno debe responder a las necesidades de las y los trabajadores, y dar muestra -ante los 187 países miembros- de que asume el compromiso de “construir un futuro con trabajo decente” y paz desde su propio territorio.
El legislador federal refirió que México y su gobierno no pueden presentarse ante la comunidad internacional con las cifras vergonzosas que tiene en materia de salarios, donde es superado por Haití, Guatemala, El Salvador, Honduras y República Dominicana; cuando el motivo no es propiamente la economía ni el entorno mundial, si no su política gubernamental que usa al minisalario como herramienta contra la inflación a costa de las y los trabajadores.
De acuerdo con estudios de expertos de la UNAM, el tope establecido por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) en 73.04 pesos diarios, no ayuda a una persona a salir de su pobreza si trabaja ocho horas diarias. Esto es: el tiempo que necesita laborar para tener acceso a la canasta básica alimenticia pasó de 4 horas y 3 minutos (en 1987) a 22 horas y 53 minutos (en 2014).
En contraparte –añadió- vemos que la riqueza está distribuida de manera desigual cuando el equivalente al sueldo mensual de 121 trabajadores que perciben el salario mínimo es el que obtiene –en el mismo período- el presidente de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, quien gana 173 mil 436 pesos mensuales.
De acuerdo con el sitio Mexican Business Web, el número de mexicanos que perciben el salario mínimo creció a 7 millones 894 mil 712 y la mayor parte de ellos se concentran en los sectores comercial e industrial.
Zambrano Grijalva recordó que a finales de mayo pasado el titular del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida, dijo públicamente que se firmaría un pacto entre patrones y sindicatos por un aumento del minisalario, una vez que transcurrieran los comicios electorales; y ahora señala que se aplazará porque el sector privado teme un impacto inflacionario si se da el incremento a los ingresos de las y los trabajadores más vulnerables.
Subrayó finalmente que, con esta inacción, el Secretario del Trabajo envía una señal contraria a los mensajes de certeza económica que ha pretendido infundir su homólogo de Hacienda, Luis Videgaray Caso quien, en días pasados, aseguró que para preservar un entorno de estabilidad macroeconómica (necesaria para el aumento salarial), baja inflación, y crecimiento económico -que permiten el crecimiento del consumo y el gasto de las familias mexicanas- el gobierno sería quien se “apretaría el cinturón” en el contexto de inestabilidad internacional por la salida de Reino Unido de la Unión Europea; pero las más afectadas fueron las secretarías de Educación, Salud y Agricultura, prioritarias en la política social del país.