Desde el Gobierno de la República y desde la presidencia del PRI resulta sencillo simular que se están limpiando los gobiernos priístas, pero nadie les cree, por lo que dicho partido debería iniciar acciones penales contra los gobernadores de Veracruz, Quintana Roo y Chihuaha, declaró el senador Miguel Barbosa Huerta.
“Si el gobierno federal y el PRI quieren atacar de fondo el problema de la corrupción, deben presentar las denuncias penales en contra de Javier Duarte, César Duarte y Roberto Borge, y avalar con hechos sus declaraciones y no limitarse a impulsar acciones de inconstitucionalidad para desmontar la farsa de los sistemas estatales de anticorrupción que impulsaron esos gobernadores” resaltó el legislador.
Una declaración ante los medios de comunicación no basta para resolver el problema, insistió el legislador del Sol Azteca, y afirmó que las acciones recientes del tricolor, impulsadas desde su presidencia nacional, es una estrategia propagandística rumbo a la sucesión presidencial de 2018.
“Los desplantes y actitudes de los actuales gobernadores de Veracruz, Chihuahua y Quintana Roo son ejemplos de lo que se habla. Por supuesto que no es casual que en el más reciente proceso electoral la ciudadanía haya optado por otros candidatos”, opinó.
Barbosa Huerta afirmó que desde el poder público federal se ha permitido todo tipo de excesos en materia de corrupción, autoritarismo y arrogancia; y destacó que en los estados, los mandatarios gozan de amplio poder y discrecionalidad en sus decisiones que, en algunos casos se traduce en opacidad, corrupción e impunidad.
La transición en el poder del año 2000 impulsó al PRIa refugiarse en sus gobiernos locales y que desde sus fracciones parlamentarias fueran protegidos los mandatarios estatales, lo cual, aseveró el senador perredista, impidió que en las entidades se hicieran auditorías a fondo de los recursos ejercidos.
No obstante, el legislador reconoció que los gobiernos locales de otros partidos, es decir, del PAN y del PRD, han cometido excesos.“El ejercicio del Poder en las entidades federativas está enfermo, todos padecen del mismo mal de arrogancia, soberbia y deshonestidad”, finalizó.