Ante la constante y fuerte crítica al gobierno federal por la reciente visita del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, en el Senado de la República se llevó a cabo un debate sobre el tema.
Para defender la posición de diálogo del Ejecutivo Federal, el PRI y PVEM destacaron que dicha visita se hizo con una visión de Estado. No obstante, los senadores del PAN, PRD y PT expresaron su rechazo a la visita del estadounidense, que incluso consideraron como una ofensa para los mexicanos.
Como parte de la oposición, la senadora del PRD, Dolores Padierna Luna dijo que dicho acto ofendió a los mexicanos, a nuestros connacionales en Estados Unidos y a la embajada norteamericana, y denigró la investidura de la Presidencia de la República.
Por ello, considero que el Senado debe hacer un extrañamiento al titular del Ejecutivo federal por la nula defensa de México ante los ataques del magnate.
De Acción Nacional, la senadora Gabriela Cuevas Barron, señaló que Peña Nieto dejó a México “como tapete electoral” a quien ha etiquetado a los mexicanos como “violadores y criminales”, y afirmó que la bancada blanquiazul reprueba la postura pública asumida por el Presidente, porque es contraria a la defensa de la dignidad de los mexicanos.
Durante su participación, la senadora del PT, Layda Sansores San Román, afirmó que al presidente Peña Nieto se le debe juzgar por el delito de traición a la patria. "Ningún extranjero había insultado y amenazado al país de tal manera y Peña le abrió la puerta de la casa oficial y le dijo que es un honor invitarlo a la casa de los mexicanos y que la construcción de un muro en la frontera atenta contra los derechos humanos.
El ecologista Jorge Aréchiga Ávila precisó que el diálogo del presidente Peña con Trump se hizo con visión de Estado, para conocer de primera mano sus propuestas. "Están equivocados quienes pretenden que el Jefe del Estado mexicano entre en una dinámica de insultos o descalificaciones que se basan en la emoción" aseguró.
A favor de la política exterior del Ejecutivo, la senadora priísta Marcela Guerra Castillo reconoció que la visita del candidato republicano generó malestar en los mexicanos, pero el presidente Enrique Peña Nieto tomó “la valiente decisión de tender un puente de comunicación con el señor Trump”, a fin de sensibilizarlo sobre su posición migratoria y sobre las recurrentes y peyorativas expresiones que usa para referirse a los connacionales.
Por otra parte, el senador independiente, Manuel Cárdenas Fonseca, expresó que no comparte que una persona como Donald Trump imponga la agenda a los senadores, ni que “traiga de cabeza a tantos mexicanos, pues para mí es muy triste”.
La senadora Martha Tagle Martínez expresó que la reunión que sostuvo Donald Trump con el presidente de la República significó un “error garrafal” y una “traición a los mexicanos”, por lo cual dijo que es necesario hacer un extrañamiento al Ejecutivo federal, sobre este hecho.
El senador del PT, Manuel Bartlett Díaz dijo que haber invitado a los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, representa una violación constitucional y un acto absurdo de intervención en la política electoral norteamericana.
Finalmente, el senador Pablo Escudero Morales, presidente de la Mesa Directiva, turnó a la Junta de Coordinación Política, la propuesta del coordinador del Grupo Parlamentario del PRD, Miguel Barbosa Huerta, sobre clasificar a Donald Trump como non grato para que el Senado de la República evalúe, se pronuncie y asuma una posición respecto a la visita de Donald Trump a México.