En una contrarréplica, la Iglesia católica embistió nuevamente contra la comunidad lésbica, gay, bisexual, travesti, transexual, transgénero e intersexual (LGBTTTI), en voz de la Arquidiócesis de México arremetió de forma más enérgica, pues los acusó de propagar enfermedades de transmisión sexual e implícitamente los consideró enfermos
mentales, según publicó en su semanario Desde la Fe.
“Dicen [la comunidad LGBTTTI] que es falso que la Organización Mundial de la Salud haya retirado en 1974 la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales, debido a la presión del lobby gay”, mencionó la Iglesia católica.
“Dicen que esa decisión estuvo respaldada por un estudio de tres décadas. ¿Dónde está ese estudio, supuestamente iniciado en 1944, en plena Segunda Guerra Mundial? Tendría que haber sido muy famoso e importante, y haber sido dado a conocer, pero no lo fue porque no existe”, agregó.
En la contrarréplica al escrito enviado al periódico el 9 de septiembre por miembros de dicho colectivo, la Arquidiócesis, encabezada por el Cardenal Norberto Rivera Carrera, acusó a las personas homosexuales de propagar enfermedades de transmisión sexual.
“[La comunidad LGBTTTI] Afirman que no están enfermas y luego se desdicen admitiendo que sí presentan problemas de salud, pero que éstos no se deben a su orientación sexual. Eso es falso. Incontables estudios científicos muestran que los homosexuales son quienes más padecen y contagian enfermedades de transmisión sexual”, mencionó el clero católico.
Además señaló que los niños que crecen en hogares homoparentales desarrollan problemas de autoestima y salud mental.
“Dicen que no hay un solo estudio científico que demuestre el daño psicológico que han sufrido niños o niñas adoptados por padres homosexuales.
“Tal vez en México no lo haya todavía, porque los niños adoptados están demasiado pequeños para expresarse, pero sí hay estudios de otros países y numerosos testimonios de jóvenes que explican cómo los afectó negativamente haber sido criados por padres homosexuales”, apuntó.
La Iglesia católica también habló del matrimonio igualitario. La contrarréplica destacó que sí afecta a las familias tradicionales, pues fomenta el estilo de vida gay.
“Sí lo afecta, porque aquí no se trata únicamente de que una pareja homosexual se case, sino de implementar en el país una serie de iniciativas que promueven el estilo de vida homosexual”, precisó el texto.
La Arquidiócesis detalló que los matrimonios entre personas de un mismo sexo son inestables. “Por otra parte, la inestabilidad de las uniones homosexuales se muestra en que ahora que tienen la opción de casarse y conformar un hogar estable, sólo un mínimo porcentaje lo ha hecho”, dice.
Luego de la contrarréplica, la Arquidiócesis rechazó difundir un mensaje de odio y consideró que, si la comunidad gay se siente ofendida, es bajo su propia responsabilidad.
“Hay que aclarar que ni uno ni otra han realizado campaña de odio ni han proferido blasfemias, así que no pueden detener lo que no existe. Como órgano de la Iglesia, que es Madre y Maestra, Desde la Fe se limita a enseñar, haciendo uso de su derecho a la libertad de expresión”, aclaró.
En tanto, este domingo, el Papa Francisco expresó su apoyo a los obispos y ciudadanos mexicanos que se oponen al proyecto del gobierno de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, un día después de que decenas de miles de personas marcharon en la capital mexicana en protesta contra la propuesta del Presidente Enrique Peña Nieto.
“Me adhiero a los obispos de México en el apoyo al compromiso de la Iglesia y la sociedad civil a favor de la familia y la vida, que en este tiempo requieren especial atención pastoral y cultural en todo el mundo”, dijo el Pontífice.
“Y además -añadió- ofrezco mi oración por el querido pueblo mexicano, para que cese la violencia que en estos días ha golpeado a algunos sacerdotes”.
El apoyo de Jorge Mario Bergoglio “a favor de la familia y la vida” se conoce después de que partidarios y detractores del matrimonio entre personas del mismo sexo se manifestaran de manera multitudinaria el sábado en el centro de la Ciudad de México.