Ante situaciones como el aumento al precio de las gasolinas, tarifas eléctricas, la liberación de los precios del gas, la volatilidad del peso o la llegada al poder del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se estiman incrementos extras a los previstos en productos de la canasta básica, de acuerdo con datos de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope-Servitur).
“Podemos asegurar que tendremos la cuesta de enero más difícil de los últimos diez años, con lo cual podemos asegurar que tendremos una ‘megacuesta’”, comentó Ada Irma Cruz Davalillo, Presidenta de Cacacope-CDMX.
“El primer trimestre será el más difícil para el pequeño y mediano comercio, porque no sabemos cómo vienen estos incrementos de manera inmediata”.
Se explicó que el problema podría extenderse hasta marzo, cuando podría aspirar a una irregularidad en el mercado interno de la Ciudad.
Destacó que esta “megacuesta” se prolongará a la primera quincena de marzo, cuando el consumidor podrá aspirar a tener un nivel de consumo al del año pasado, lo que en consecuencia llevaría hasta principios de mayo para que se pueda alcanzar una regularidad en el intercambio comercial del mercado interno.
Las principales mercancías que resultarán afectadas serán los de temporada, como son frutas, verduras y hortalizas; a lo cual se sumarán el resto de los productos, pues los comerciantes no podrán continuar soportando por mucho tiempo las alzas en servicios y fletes.
Acompañada por Enrique Guerrero, director administrativo de la Cámara, advirtió que la liberación de los precios de las gasolinas y el diésel provocará una cadena de incrementos en los productos, por lo que solicitó al secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade, así como a las cámaras de senadores y diputados, para que este nuevo periodo legislativo, se busque una reducción e incluso la eliminación del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios(IEPS) al consumo de las gasolinas, con lo cual se liberaría la sociedad de una carga impositiva que castiga el consumo de un bien necesario para todos los sectores y que en consecuencia afecta a los que menos tienen, la gasolina.
Estimó que la canasta básica puede llegar a tener un incremento de hasta 10 por ciento, dos por ciento más de lo que se esperaba previo al anuncio del incremento al precio de los combustibles.
“Los precios ya se están incrementando entre tres y cinco por ciento de manera conservadora, lo estamos viendo, pero puede llegar a ser todavía más”, dijo Cruz Davalillo, “los primeros seguro van a ser los perecederos”.
Sin embargo, destacó que no se considera que las familias de la Ciudad de México dejen de adquirir estos productos.
“No es que vayan a bajar las ventas, sino que va a haber un momento en el que nos vamos a tener que apretar el cinturón”, aseguró, pero no podemos dejar de comprar lo que es necesario para la subsistencia”.
Se destacó que el incremento al salario mínimo no corresponde a otros incrementos, por lo que se queda en “buenas intenciones”.