Ante la difícil negociación que tendrá el gobierno mexicano el próximo 31 de enero con el gobierno de Donald Trump, el anuncio de la construcción del oleoducto Keystone SL, de la canadiense TransCanada, México se ha quedado sólo en la negociación con EU ya que de acuerdo con algunas versiones periodísticas canadienses, primero son los negocios y luego la amistad, dijo el especialista petrolero Ramsés Pech Razo quién reiteró que es inminente la suspensión de parte de los estadounidenses de la compra del crudo mexicano.
Entrevistado en la emisión radial de El Punto Crítico, el especialista dijo Trump ya había prometido en su campaña que se iban a construir estos oleoductos con el objetivo transportar unos 830 mil barriles diarios de petróleo crudo sintético y bituminoso diluido desde la provincia canadiense de Alberta a diferentes lugares de Estados Unidos, incluidas refinerías de Texas en el Golfo de México.
Explicó que con esto se deja de lado la importación de crudo mexicano, por lo que se verá mermada nuestra exportación de petróleo “a la que nos hicimos dependientes de sus mercado“. Con esto Canadá se convertirá en el segundo socio petrolero de Estados Unidos.
Ramsés Pech razo dijo que en el caso de Rusia, Eu contempla importar más de 400 mil barriles de crudo diarios y la consolidación de otro proyecto energético como es el caso de un oleoducto desde Alaska a EU.
Dijo que EU nunca dependió del crudo mexicano. Dijo que la delegación mexicana ira en condiciones de debilidad ya que prácticamente no se tiene nada y que Estados Unidos impondrá sus condiciones. México ya prácticamente no tiene nada que negociar y solo tiene las remesas, algunas exportaciones y ya porque incluso la industria nacional no existe como es el caso de automóviles.
Dijo que la situación de la industria petrolera es delicada ya que la producción petrolera prácticamente está desapareciendo y en estos momentos apenas alcanza los 1.8 millones de barriles de petróleo.
Estrategia de Trump
Explicó que presidente de Estados Unidos, Donald Trump firmó dos órdenes ejecutivas para resucitar los polémicos proyectos de los oleoductos Keystone XL y Dakota Access, con lo que cumple dos de sus promesas de campaña pese a las críticas de grupos ecologistas.
Ambos proyectos, a los que se oponían frontalmente los grupos de defensa del medioambiente, fueron vetados bajo la anterior presidencia de Barack Obama.
En una comparecencia en el Despacho Oval, Trump aseguró que la construcción de esos dos proyectos, planeados hace años pero paralizados por el Gobierno de Barack Obama, estará sujeta a "términos y condiciones" que su gabinete va a "negociar" con las empresas encargadas de construirlos.
Esto va a generar muchos trabajos en el sector de la construcción", garantizó el nuevo presidente estadunidense.
El oleoducto Keystone SL, de la canadiense TransCanada, tenía como objetivo transportar unos 830 mil barriles diarios de petróleo crudo sintético y bituminoso diluido desde la provincia canadiense de Alberta a diferentes lugares de Estados Unidos, incluidas refinerías de Texas en el Golfo de México.
Los ecologistas habían criticado sus potenciales efectos adversos sobre el medioambiente en parte de su recorrido.
Por su parte, el Dakota Access, un proyecto de 3 mil 800 millones de dólares, llevaría medio millón de barriles de petróleo desde los yacimientos bituminosos de Dakota del Norte a una infraestructura ya existente en Illinois.
Este oleoducto tenía previsto atravesar el río Missouri y el lago artificial Oahe, fuentes de agua potable para la tribu Standing Rock Sioux.
El Ejército decidió el año pasado explorar rutas alternas para Dakota Access debido a que la tribu sioux dijo que contaminaría el agua potable y profanaría sitios nativos.
La acción de Trump, que se produce en su cuarto día en el cargo, sería un impulso para los productores petroleros, preocupados por la limitada capacidad de los oleoductos que llevan el crudo al mercado.