La Arquidiócesis Primada de México criticó el alto costo de las elecciones que se realizarán en Coahuila, Nayarit, el Estado de México y Veracruz, las cuales implicarán un gasto de 4 mil millones de pesos, mientras que las prerrogativas de los partidos políticos serán de mil 300 millones de pesos; es decir, un aumento de 52 por ciento en comparación con las elecciones del 2011.
En el editorial del semanario Desde la Fe, la jerarquía católica se cuestionó si para esto se usa el dinero del gasolinazo y destacó que los mexicanos sostenemos una democracia cada vez más cara, a costa de dinero público tirado literalmente a la basura, que conlleva recortes presupuestales a programas sociales y de salud, tan necesarios para millones de mexicanos pobres, de quienes los políticos sin escrúpulos hacen su clientela.
Indicó que el Estado de México destaca, en esta contienda, por ser la segunda entidad con el voto más caro, el cual costará 209 pesos por cada una de las más de 11 millones de personas inscritas en el padrón electoral.
No obstante lo anterior, la Arquidiócesis subrayó que lo grave y escandaloso es cómo el pueblo mexiquense tiene que soportar la manipulación, clientelismo y compra cínica y desvergonzada de votos; entrega de despensas y teléfonos celulares, así como la distribución de tarjetas y monederos electrónicos.
Advirtió que usar el hambre y la pobreza es inmoral, ya que es una de las peores faltas sociales que implican la destrucción de la democracia, poniéndola en manos de camarillas y dinastías asidas a un poder que se niegan a dejar, además de que puede provocar el enojo popular.
Agregó que la población del Estado de México –donde casi la mitad vive en pobreza– se encuentra asolada por el crimen y la impunidad y destacó que la administración de Eruviel Ávila dejará a la entidad sitiada por hampones, mientras que en algunas localidades existe un virtual toque de queda, al tiempo en el que mencionó que en el 2016, el Estado de México fue apabullado con cerca de tres mil homicidios, y es primer lugar nacional en el índice de feminicidios.
Mencionó que los mexicanos volvemos a ser testigos de elecciones caras que nos cuestionan si de verdad valió la pena una reforma estructural político-electoral, cuando los hilos de este proceso se mueven por quienes controlan millonarios recursos que avientan como migajas.