La Arquidiócesis Primada de México aseguró que sacerdotes que viven en comunidades apartadas viven bajo presión del crimen organizado.
En la editorial del semanario Desde la fe llamada “El país se desangra”, la iglesia señaló
que mientras los partidos políticos gastan recursos en campañas, la violencia se extiende en las zonas más pobres del país.
“Muchos sacerdotes, en comunidades apartadas del país, son blanco fácil y viven bajo la gran presión del crimen organizado que les impide realizar su misión evangelizadora, prohibiéndoles incluso pronunciar la palabra “narcotráfico” o hacer algún cuestionamiento que ponga de manifiesto su inmoral actuación, pues lo pagan con la vida”, indica el escrito.
Al artículo incluso afirma que el obispo de Chilpancingo-Chilapa, Monseñor Salvador Rangel Mendoza, se reunió con jefes criminales de Guerrero el 28 de mayo para acordar garantías de seguridad para continuar realizando sus actividades religiosas.
“Mons. Rangel Mendoza dijo que habría entrado en pláticas con los delincuentes provocando la molestia de autoridades que han enarbolado el discurso triunfalista de que todo va bien, de que no hay problemas ni dificultades, pues en el fondo lo que se busca es ocultar la verdad”, apuntó la Arquidiócesis.
En tanto el cardenal Norberto Rivera Carrera oró por el padre José Miguel Machorro, agredido en el recinto metropolitano el 15 de mayo, y el padre Antonio Zambrano, así como por los otros clérigos que también han sido víctimas de ataques.
En su tradicional misa dominical celebrada en la Catedral Metropolitana, pidió por los periodistas para que ejerzan sin miedo la libertad de expresión en todo el país.
“Por los sacerdotes, en especial por los que han sido atacados en las últimas semanas, el padre Miguel Ángel Machorro y el padre Antonio Zambrano, para que reciban consuelo de los hermanos desde la percepción del amor intenso y total de la Trinidad y pueda hacerse justicia”, rezaron los fieles católicos.
De igual forma, oró “por los periodistas, comunicadores, conductores, fotógrafos y todos los que se entregan diariamente a la labor informativa, para que ejerzan sin miedo la libertad de expresión en todos sus ambientes de trabajo”.
Machorro Alcalá, agredido en la Catedral Metropolitana, continúa estable y en lento proceso de recuperación en la unidad de cuidados intensivos en un hospital.
El sacerdote fue apuñalado cerca de las 7:00 de la noche el 15 de mayo, tras culminar la última misa del día en la Catedral Primada de México. Según testimonios, el agresor intentó, sin éxito, degollarlo, hiriéndolo en el lado derecho del cuello.
Su agresor, identificado por las autoridades como Juan René Silva Martínez, padece “trastorno psicótico”, de acuerdo con el peritaje psiquiátrico. Inicialmente, un juez declaró a Silva Martínez como “inimputable” del intento de asesinato, pero el Tribunal Superior de Justicia capitalino informó que fue vinculado a proceso.