La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que está programada para iniciar el 16 de agosto, en este contexto, dijeron funcionarios federales que México está dispuesto a abordar temas difíciles.
Indicaron que Canadá se ha opuesto vehementemente a la propuesta de Estados Unidos de eliminar los mecanismos bilaterales de solución de controversias, en los cuales se revisan decisiones de imponer aranceles o cupos. Pero el secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, dijo que no asumirá ninguna posición inmediata sobre dichos mecanismos, aunque ha dicho que México quiere “modernizar” el proceso.
En ese tenor Guajardo dijo que México estaría dispuesto a fortalecer las protecciones laborales y ambientales en el TLCAN. Previamente esos asuntos fueron relegados a “acuerdos secundarios” relativamente débiles. “Cuando se inicia una negociación, hacer rounds de sombra no ayuda”, afirmó.
El funcionario mexicano especificó claramente que, aunque México desea conversar sobre asuntos de inmigración, no intentará introducir temas más amplios en el TLCAN, sino que más bien se enfocará en mejorar algún tipo de programa de visas temporales para trabajadores. México también quiere que se incluya el sector energético en el acuerdo. No estuvo cubierto en el pacto original de 1994.
En un texto sobre sus metas para las negociaciones, el gobierno indicó que desea “ampliar las categorías para la entrada temporal de personas de negocios... y buscar mecanismos innovadores de movilidad laboral”, dijo Guajardo.
Cabe señalar que en cuanto a las normas de origen _el contenido regional requerido para que se considere que los productos están “hechos en Norteamérica”_, Guajardo dijo que México está abierto al “ajuste fino y de diálogo permanente”.